Pude disfrutar de esta película en su estreno en el Festival de San Sebastián y fue una de las grandes sorpresas. 
David Sañudo, nos presenta en esta ópera prima la historia de Lide, una guardia de seguridad que al descubrir que su hija no está, se verá envuelta en una búsqueda de su rastro. 
Bajo esta premisa el director nos va a transportar a un mundo lleno de vacíos, incomunicación, malentendidos y personajes llenos de contradicciones. Un mundo complejo, en donde las cosas siempre dejan un rastro incluso cuando no están. 
En el apartado técnico es una película que apuesta por una iluminación sencilla y sin florituras, al servicio de la historia. Los encuadres ya tienen más miga, igual que esa duración extra que tienen algunos planos que nos están contando más sobre lo que no está que sobre lo que sí.
La película esta llena de escenas en exteriores y con muchos extras que hacen crecer y mucho el nivel de la película y crean más contratse con su intimidad.
En guion y montaje la construcción de los momentos es muy buena y madura, sorprende que sea una ópera prima.Y punto y parte se merece la interpretación en esta película. 
Increíbles todos, una imperial Patricia López Arnaiz (no sería raro pensar en un Goya para esta Lide) muy bien acompañada por Jone Laspiur y Mikel Losada, difícil el papel ese ex que en nada desmerece a Lide, sino también por secundarios de lujo como Luis Callejo, Nagore Aranburu, Gorka Aguinagalde,... 
En definitiva, una película que viene a demostrar el excelente estado del cine vasco y una genial opera prima de David P Sañudo que seguro que dará mucho que hablar.