Sin duda, una de las obras imprescindibles del cine. Quentin Tarantino, que ya demostró su genialidad con la magnífica Reservoir Dogs (1992), se supera a sí mismo. Vuelve a dirigir su propio guión (gracias a Dios, viendo el destrozo que Oliver Stone hizo con Asesinos natos) y sin duda crea cátedra, tomando toda la cultura americana que absorbió desde pequeño y creando un cócktail donde los disparos y la violencia verbal son un mero canal y se sitúan en un plano secundario, pese a lo que el espectador común crea visualizar.

Tres situaciones narradas con el particular método tarantinesco, esto es, con orden alterado, recurso usado hasta la saciedad con posterioridad por toda una legión de alumnos (lo admitan o no) del de Knoxville.

Millones de referencias y homenajes a los iconos del cine del siglo XX, tanto los grandes como los casposos, no importa. Desde Jean-Luc Goddard a Kurosawa, desde "Código del Hampa" hasta "The Doll Squad", Sonny Chiba o Robert Mitchum... Todo tiene lugar en esta "Pulp Fiction". De hecho, Tarantino creó en su film gran cantidad de elementos que se han convertido en clásicos del cine moderno, mención especial a la inmejorable banda sonora, siempre acertadísima, que encaja a la perfección en cada escena (incluso cuando la música surfera ilustra un momento de gángsters).

En definitiva, genial guión, genial dirección, genial interpretación (hasta el rocoso Willis), genial fotografía de Sekula... Todo, un 10.

Si no has visto esta película, sólo mereces que te diga una cosa: "Ezequiel 25:17, el camino del hombre recto está por todos lados rodeado...".