Vi esta película pensando que sería una mezcla entre 'Qué bello es vivir' y 'Scream' y la verdad es que no tiene nada que ver con ninguna de las 2.

Lo único que tiene que ver con el clásico navideño, es el jueguito de cómo sería el mundo si yo no hubiera nacido, pero está hecho tan burdo, tan absurdo y carente de magia que da vergüenza ajena.

En cuanto al terror o intriga son inexistentes.

La película solo es interesante hasta que le quitan la máscara al ángel la primera vez, el resto es una basura.

En cuanto al resto de elementos de la película pues lo mismo de siempre últimamente: Negros, maricones y gilipolleces metidas con calzador.

Empezaré por comentar las cosas buenas de la película:

Las actuaciones son convincentes.
El plano secuencia en el que está rodada es una maravilla, aunque realmente tiene algunos cortes.
Los personajes son convincentes, muestra a las claras el contraste entre la sensatez del hombre y la histeria de las mujeres cuando tienen que manejar situaciones de tensión.
Los diálogos de la primera media hora son fascinantes. En ellos se dicen muchas realidades que están censuradas en los medios.

En cuanto a las cosas negativas de este film pues estaría todo lo demás, entre lo cuál destacaría:

La intención de ridiculizar a las personas que son capaces de pensar por sí mismas.
El odio hacia los blancos que destilan muchas personas, incluídas personas blancas, como la directora de la película.

El título de mi crítica, hace referencia a todas las personas blancas que han participado en esta película, y que ya sea por estupidez o por un puñado de dólares, tiran piedras contra nuestro propio tejado.
Mención especial al traductor del título, que inocula la palabra "odio" sin que tenga nada que ver con el título original.

Scream de 1996 fue una gran película y lo sigue siendo, tanto que la considero una de mis películas favoritas. Me gusta tanto que he visto todas las secuelas que han ido sacando, desde la 2 hasta la 6. La 2 era muy buena, la 3 era buena, la 4 era regulera, la 5 era malilla, pero lo de la 6 ya es un insulto.

En esta sexta entrega ya no está Neve Campbell, no está David Arquette y la única persona que queda del reparto original es Courtney Cox que está tan vieja y operada que no parece ni ella.

Ahora se dedican a regar el reparto de negros y latinos. Y las conversaciones están llenas de expresiones como "En plan", "puto" y demás idioteces que dicen los jóvenes de hoy día.

En resumidas cuentas, la saga de Scream ha ido degenerando con el tiempo, con cada entrega peor que la anterior, y lo que queda hoy día no tiene nada que ver con la peli original.

Por mi parte, es la última secuela que veo.

Le pongo un 3, que es más de lo que merece, porque soy un romántico, y aún lleva la palabra Scream en el título.

Soy un apasionado del libro de Dickens en el que se basa y he visto muchas versiones cinematográficas de esta historia y esta es la primera que veo que la cuenta desde el punto de vista de los fantasmas, por tanto la idea de partida es genial.

En cuanto el reparto, me encanta Ryan Reynolds, me parto de risa con ese tío. Rose Byrne es un placer verla, aunque solo sale 5 minutos.

Dicho lo anterior, esta película tiene dos grandes problemas:

El primero es que le sobra media hora de metraje, sobre todo en la primera hora.

El segundo es que las canciones son malísimas. Vi la película sin saber que era un musical y cuando cantaron la primera vez pensé que era una coña momentánea, pero empezaron a sucederse las canciones, cada una peor que la anterior y dan vergüenza ajena. La he visto doblada en español, pero supongo que en versión original no mejoraría mucho la cosa.

Si hicieran un montaje suprimiendo las canciones, podrían solventar ambos problemas de golpe.

A pesar de todo esto le doy un 6 porque la historia es buena, y algunas veces me he reído.

Rigoberta, las tetas no les dan miedo a nadie, lo que nos dan son cubanas. Si pretendes transgredir enseñando los pezones llegas como 30 años tarde. Sabrina ya las enseñó mucho antes. Creo que si quieres seguir ganando dinero deberías empezar a enseñar el potorro en tus actuaciones. Y las concubinas que actúan contigo también, por supuesto.