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Argentina Argentina · Mar del Plata
Críticas de Danyas
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
10
17 de septiembre de 2009
50 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay cineasta en el mundo capaz de ofrecer el menú de Quentin Tarantino.
En “Malditos Bastardos” filmó teniendo una docena de películas en la cabeza, desde “Aquel Maldito Tren Blindado”hasta “Doce del Patíbulo” y todos los western spaghetti. E hizo algo más, impensado para la mayoría: desdeñó los libros de historia. El resultado final hace que “Operación Valquiria”, con Tom Cruise, parezca una agotada lección escolar, recitada de memoria.
“Malditos Bastardos” está dividida en capítulos, como Kill Bill. El primero sirve como presentación de dos de los personajes principales: Shoshanna, una sobreviviente judía escondida en la casa de un granjero francés, y del Coronel Landa, apodado “El Cazador de Judíos”. Landa habla tranquila y afablemente con el granjero, fuma su pipa, traza una analogía muy tarantinesca acerca de ardillas y ratones y se jacta del mote que le endilgaron. Sí, tiene un olfato muy especial para detectar judíos y no abomina de él.
El Coronel Landa está interpretado por Christopher Waltz y probablemente no haya villano más aclamado desde que Anthony Hopkins se puso la piel y la máscara de Hannibal Lecter. Landa es un nazi, Tarantino nunca hace que perdamos de vista eso, pero uno amable, letrado, (domina cinco idiomas) y encantador. Habla con el granjero como si fuera el interlocutor más fascinante, lo trata como a un anfitrión, le pide permiso para encender su pipa. Pero sus ojos no sonríen nunca. Shoshanna es la única sobreviviente de la represalia y no la encontraremos hasta cuatro años más tarde.
Al mismo tiempo nos presenta a los Bastardos encabezados por el teniente Aldo Raines, (Brad Pitt, nunca mejor que aquí) que recluta a ocho judíos para machacar cabezas y coleccionar cueros cabelludos alemanes. “Quiero que cada uno de ustedes me de cien cabelleras nazis”, les dice en el reclutamiento. Los Bastardos se convierten en una fuerza de elite temida en todo el sur de Francia. Son “el cuento del coco” de los nazis, una leyenda tan oscura y terrorífica como el Golem.
Tarantino domina como nadie el “preludio de la violencia”. De hecho, toda la peli es un ejemplo de virtuosismo, de diálogo aceitado hasta que funcione como un mecanismo de relojería. No es extraño que el guión le haya demorado tanto tiempo. En Kill Bill, Tarantino se solazaba con la violencia coreográfica y gore, enhebrando ballets sangrientos como si fueran perlas en un collar. Aquí, vuelve al estilo de Reservoir Dogs y Pulp Fiction, dosificando la violencia, manteniéndola con rienda corta. Tarantino tensa la cuerda de la tensión hasta el borde. Algo va a suceder, pero no sabemos cuando.
Malditos Bastardos es una obra capital del cine de género bélico. Es una historieta, un homenaje a los viejos seriales de guerra tipo “Combate” y tan entretenida que nos hace aullar en el asiento. “No has visto la guerra, hasta que la veas con los ojos de Tarantino”, dice el slogan.
Permítanme que firme al pie.
Danyas
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6
7 de julio de 2009
41 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es "Martyrs" una película fácil ni digerible, y de seguro que va a levantar polvareda. Tuve sensaciones ambivalentes cuando terminó la proyección: quedé profundamente shockeado y conmovido. Me pasó algo similar cuando terminé de ver "Wolf Creek" y la única pregunta que me viene a la cabeza es: ¿cual es el fin de todo esto?
"Wolf Creek" tenía una ventaja y una desventaja respecto a "Martyrs": la desventaja era que amontonaba crueldades sin sentido, (en "Martyrs", todo el martirio de la protagonista tiene un claro fin, y ahí me detengo) y la ventaja, sensible, es que había un villano bien definido.
No hay villanos en "Martyrs", nadie a quien detestar. Tal vez el elegido podría ser el verdugo que baja al sótano y golpea cruel, sistemáticamente a la protagonista. Pero es apenas una sombra la mayor parte del tiempo: solo tenemos conciencia de su corpulencia y su falta de piedad. ¿Y cual es la gracia, si no podemos conocer al asesino, aprender a conocerlo y detestarlo, finalmente? Incluso cuando el asesino no tenga motivaciones aparentes y se mueva por espasmos criminales; por saciar solo su sed de sangre. El prototipo, claro, es Jason Voorhes.
Todo en "Martyrs" la va de víctimas y de calvario. Laugier no se guarda nada. La violencia, explícita, tiene más potencia que en cualquier producto venido de Hollywood y hace que las muertes atroces de "Destino Final", muevan a risa. Aquí, las torturas son tan palpables que al término de la proyección, uno queda con un agotamiento casi físico.
Al intuir que Marie, nuestra protagonista, no tiene escape, queda suprimida la cualidad esencial de todo thriller que se precie: no hay suspense. A diferencia de "Saw", donde los protagonistas están involucrados en un juego por sobrevivir, "Martyrs" nos presenta una víctima condenada de antemano. En modo alguno Marie podría haber sido interpretado por Jaimie Lee Curtis, que se batía mano a mano con Michael Myers. La protagonista de "Martyrs" acepta su destino casi de inmediato y en esa sumisión, quizás resida el mayor fallo de la película.
Con algunos apuntes religiosos y filosóficos, la película admite una segunda e incluso una tercera lectura, pero todo queda en un penoso segundo plano. Todo el tiempo somos testigos del calvario de Marie. Estamos obligados a mirar.
"Martyrs" es una película dura, dolorosa y sin esperanzas.
Danyas
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8
7 de agosto de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Venganza" es la típica pelicula que los espectadores aman y los críticos denostan sin reservas. Quizás por que se ve bien defenestrarla: es lo políticamente correcto. La cinta tiene un tufillo reaccionario indisimulable y hace recordar demasiado a la saga de Charles Bronson y sus vengadores anónimos. Puede que todo eso sea cierto pero llegado el caso...¿a quien le importa?
Lo que ofrece "Taken" desde el comienzo, es el viaje en una montaña rusa más visceral que uno pueda imaginarse. Sabemos que Bryan Mills es un tipo de cuidado: ex agente de los servicios secretos retirado, divorciado y sin saber en que emplear su tiempo libre. No conviene meterse con él...pero se meten. Una red de trata de blancas secuestra a su hija adolescente en París y Mills se echa de cabeza en su busca. Nada original ni que no se haya hecho antes. En "Comando", un dictador latinoamericano secuestraba a la pequeña hija de Schwarzenegger, y amenazaba con matarla si Arnie no se cargaba al presidente electo. Cine de receta, con ingrediente básicos. Mills habla con el secuestrador y le dice que si le llega a tocar un solo pelo a su hija...bueno, ustedes saben lo que sigue. La voz sedosa y despiadada del gángster le responde: "Buena suerte". Allí se inicia la búsqueda. "Taken" está filmada con tanto nervio y entusiasmo, que remite a los mejores films de Mel Gibson. Y es que Gibson, por más que lo acusen de reaccionario, sabe filmar. "Apocalypto", es el ejemplo más claro. Y la máxima debe aplicarse también a Luc Besson, el cerebro detrás de está película. Taken no sería lo que es si el papel protagónico hubiese ido a parar a los hombros de Steven Seagal, por citar un ejemplo. Liam Neeson está estupendo y le creemos. Creemos que es un hombre peligroso, que está devastado por la desaparición de su hija y que no tiene un minuto que perder. Es un estereotipo, pero Neeson no lo maneja como tal. Es un tipo común con algunas "habilidades especiales que me hacen un tipo muy peligroso para gente como tú", como bien le aclara al secuestrador. Mills desata una ola de violencia que no está filmada con sentido coreográfico. Es violencia real, a lo Cronenberg. La sangre casi salpica.
"Venganza", a pesar de los críticos, es una película irresistible, adrenalínica, que no redefine el género ni tampoco lo pretende. Pero que nos deja jadeando.
Danyas
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2
12 de julio de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Speed 2 es un bochorno con todas las letras. La pregunta que habría que hacerse es: “¿Cuál es el rol de los agentes de las estrellas?”. La respuesta no vale gran cosa, seguro: no tanto conseguir buenos contratos, (que ya están forrados y un cero no agrega ni quita nada) SINO CONSEGUIR BUENOS PAPELES.
Ahora imaginemos el diálogo entre Sandra Bullock y su representante.
AGENTE: Eh, Sandy, que me ha llamado Jan de Bont, y el tío está desesperado por filmar la segunda parte de “Speed”
SANDY: ¿Y cuanto hay?
AGENTE: 20 millones en bruto más las regalías.
SANDY: ¿Dónde tengo que firmar?
La película es un desatino absoluto. Incluso Keanu Reeves, que no se caracteriza por elegir con rigurosidad sus papeles, la descartó casi de inmediato. En su lugar pusieron a Jason Patric, con la seguridad que el rol le valdría su pasaje el estrellato. La nulidad interpretativa del sujeto, hace que Reeves parezca Sir Laurence Olivier representando Hamlet. Por allí anda Williem Defoe con aire cansado, reciclando el papel de Dennis Hooper en la primera parte. Y sí, trata de un barco que nadie puede detener y Defoe amenaza con estrellarlo contra una de las ciudades costeras si no le pagan una chorrada de billetes. Cuento con cierta experiencia náutica y puedo asegurarles que no hay que ser un genio operativo para detener un crucero: sólo basta con arrojar cabos y cables en la proa del mismo, para que la fuerza centrífuga de la hélice lo succione. ¿Cuál es la solución en la cinta? Pues el fulano Patric se echa al mar con un equipo de buzo y un cabo en la cintura, e intenta desenvolver un rollo de cables para que la hélice lo aspire…todo esto a unos dos metros de las mortales aspas. Eso ni siquiera es un acto heroico, es suicidio por estupidez…y probablemente una de las ideas más majaderas que haya visto la luz en alguna peli de acción. Olvídense de Bruce Willis saltando al vacío en Die Hard, con una manguera de incendio anudada en la cintura. Puede que sea inverosímil, pero también emocionante. Todo en Die Hard rezumaba excitación. En cambio Speed 2 se torna mortalmente aburrida al cabo de media hora y ni siquiera los efectos especiales la salvan del oprobio.
¿Qué te ha pasado, Sandy Bullock? Protagonizó dos de las peores secuelas de las que se tenga memoria: una es ésta y la otra es Miss Agente especial 2. ¿Tan necesitada de pasta estás? La arrebató el cetro de “Reina de la comedia” a Meg Ryan pero el reinado le duró un suspiro, y debió relegarlo en manos de Drew Barrymore. Tiene más películas malas en su haber que Jaimie Lee Curtis, y eso es mucho decir. Y a medida que pasa el tiempo, los papeles se van acotando.
Véanla, si solo quieren reírse a carcajadas. Todas involuntarias, claro
En cuanto a Jason Patric, sigue en estado vegetativo.
Danyas
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