Otra de esas películas de alta inversión, con varios premios, un reparto más que notable y unos medios de altísimo nivel, que al final va a tirones en su intento de mezclar pasión con acción, intriga con historia y churras con merinas. No negaré que a ratos se deja ver, y te mantiene frente a la pantalla, pero sabiendo perfectamente lo que va a ocurrir en el próximo cuarto de hora.

Básicamente trata del enfrentamiento entre un tipo (John Malkovich) que quiere cargarse al presidente de Estados Unidos y un agente del servicio secreto (Eastwood) que trata de impedirlo. El asunto es bastante personal, porque el malo quiere que el bueno redima su pasado, ya que (atención) Clint Eastwood fue prácticamente el responsable de la muerte de JFK (las fotos de Clint escoltando a Kennedy son la ostia). En fin, que todo se va liando, aparece una agenta que le hace tilín al viejo agente, y bueno, lo que te puedes suponer. Una notable pérdida de tiempo que demuestra que, cuando se ruedan películas como quien fabrica bicicletas., ni siquiera poner juntos a Clint Eastwood y John Malkovich funciona.

Película de acción protagonizada por Tom Cruise, con no sé cuántas nominaciones a distintos premios y excelentes críticas en las plataformas de cine más conocidas.
Un sicario llega a L.A. para cargarse a unos cuantos chivatos. Tiene que hacer el trabajo en una noche, así que se monta en un taxi, y convence al conductor (por las buenas al principio y por las malas después) para que haga la ruta que le llevará a sus diferentes destinos. En paralelo hay una investigación y un rollete con una chica, pero todo es previsible y artificial. No hay la menor pasión, ni amor por el trabajo, ni alma, ni cosa parecida. Vamos, que esto ni es cine, ni es arte, ni es NADA y además lo hemos visto tantas veces que aburre a las piedras.
Lo peor es que quiere "hacer como qué", e introduce unos diálogos tarantinescos que se quedan en un quiero y no puedo, sin la menor gracia. Sirva como ejemplo la lamentable escena de Javier Bardem, que además perpetra un autodoblaje penoso de verdad. Duele verla.

EL JURAMENTO.
Vi esta peli hace un montón de años, y me quedé con la idea de que era un remake de “El Cebo”, el clásico de Ladislao Vajda, pero hace unas semanas me enteré que no… pero sí, pero no.
Total, que después de mirar un poco aquí y allí, parece que el novelista Friedrich Dürrenmatt escribió “La promesa” como encargo para hacer un guion de una peli, que derivó en “El Cebo”, que es extremadamente fiel a la novela durante todo el desarrollo, pero que al final da un giro radical, que cambia por completo lo que Dürrenmatt escribió.
El caso es que años después, Sean Penn dirigió “El juramento”, con pequeñas diferencias que no afectan al nudo del asunto, y respetando el final original, pero que, aun así, no termina de funcionar, ni con Robin Wright, Benicio del Toro y Jack Nicholson en el reparto.
Hay demasiadas cosas colgando de hilos, demasiados momentos lentos y un aire de telefilm que no le hace ningún favor. En fin, que, si me aceptas un consejo, lee “La promesa”, luego échale un ojo a “El cebo” y si te sobra tiempo, dedícaselo a esta peli y así puedes comparar.

Magnífica serie policíaca alemana que engancha a los dos minutos y mantiene el nivel durante todo momento. Ocho episodios completamente disfrutables, con una trama central a la que dedican la práctica totalidad del argumento. Hay un par de cosillas laterales que no distraen, además de ser muy importantes para el nudo central.
La trama gira alrededor de un criminal retorcidísimo, que une su enorme talento tecnológico a un despiadado y primitivo instinto asesino. El caso recae en una comisaria alemana y un policía austrico, ya que los primeros asesinatos tienen lugar en la frontera. Todo ello adornado con una fotografía maravilllosa, y unos escenarios naturales de cuento. Muy buena.

“Anatomía de un crimen” es una (otra) serie documental que analiza varios casos reales de crímenes cometidos en España, en cuya investigación participó de una u otra manera, un detective privado llamado Jorge Colomar: “El asesino del parking”, “El asesino de la baraja” o “Las brujas de San Fernando” son algunos de ellos.
Es una serie bastante gris, no aporta gran cosa que no esté archisabida ya, el material de archivo es bastante mediocre, y las presentaciones del protagonista son demasiado formales, sin ninguna naturalidad. Digamos que no trasmite demasiado. Tampoco las recreaciones de los casos están hechas con mucho esmero… en fin, ¿está mal? No ¿está bien? Tampoco.