Una película que muestra la verdadera y original dinámica del corazón del hombre: el estupor. Cuando el muchacho sale a la superficie las cosas todas lo maravillan y él simplemente sigue el atractivo de las cosas, sin prejuicios, sin pretensiones; es diciente que en cierto momento cuando se encuentra en la calle con la niña, es ésta la única persona que lo comprende.
Una película valiosa por poner en evidencia que sólo se puede conocer cuando se miran cosas, personas y circunstancias sin prejuicios, como hace el corazón de un niño, que se deja abrazar por el estupor de la realidad.

Lastimosamente hoy no se reconocen las cosas de la vida como son, como por natura están ordenadas y este orden evidentemente empieza con la vida, la defensa de la vida por encima de cualquier otra cosa. Esto es lo que hace a esta película fuera de serie, más aún considerando su corte tipicamente "Hollywoodense", es un film valioso, recomendable, que debe ser rescatado de los anaqueles y puesto a circular.

Una muy buena película, con excelentes actores, que muestra una vida sencilla pero intensa, como es la vida de todos: sueños, ilusiones, deseos que todos aspiramos que se cumplan porque parecieran ser lo mejor pero, más afortunada que lamentablemente, una vida que pueda ser bella, no se construye aferrándose a los sueños sino siguiendo una postura de atención a la realidad. La verdadera inteligencia está en esto, en obedecer a la realidad por doloroso que parezca.
Esto es lo que con claridad nos enseña la película.
Pero, obviamente, todos somos libres de seguir o no la realidad.