Pues está muy bien. Hacía tiempo que no disfrutaba en el cine tanto. Es todo sin sutilezas, pero a veces funciona, como en este caso. Tiene una función claramente didáctica y no la esconde con ningún recurso, más allá de la excelente interpretación de sus protagonistas. Indispensable verla en VO con ese dialecto romano tan peculiar. Por algo es la película más taquillera de Italia.

Dejando de lado que todo lo que me llega sobre el conflicto de los Balcanes me interesa y lo veo, me ha gustado pero he echado en falta la naturalidad de los diálogos a los que nos tiene acostumbrados León de Aranoa. Dicho esto, tiene varias secuencias memorables (alrededor de la hora del metraje) y el mensaje es interesante, sin lugar a dudas. El estilo es algo yanki, sobre todo la relación entre los personajes y sus intrahistorias. Prefiero el Fernando español. Aún así, la recomiendo.

Me ha impactado porque nunca había escuchado un testimonio de un militante de ETA (o ex) que fuese tan directo. Creo totalmente necesario su visionado. Hablo desde el punto de vista del contenido, porque desde el punto de vista formal, del montaje, no es una narración parcial. Hubiera estado bien hacer algo más equilibrado, no era necesario para poder crear opinión, ya que las declaraciones del protagonista no dan pie a pensar más que en lo absurdo de su discurso. Sin atenuantes posibles.

Pues me ha gustado. No sólo porque me ha parecido entretenida, sino porque me ha descubierto una historia, y eso, a las personas curiosas como yo, nos encanta. Como digo en el título, es una película de aventuras de las de siempre, con un pelín de violencia incorporada, pero sin el maquillaje artificial de los grandes escenarios digitales a los que nos tienen acostumbrados últimamente en este tipo de films selváticos. Tampoco tiene persecuciones ni batallas en las que los personajes se mueven en coreografías. Acción hay, pero no empalaga. Recomendable para una tarde de invierno y manta. Luego, a leer quién fue Sir James Brooke.

Indispensable leer el libro antes, si no, no se va a apreciar la película. El hilo de la trama se puede perder ya que es más una secuencia de frescos y escenas que una película lineal. Por ello, si te ha gustado el libro, te gustará la película, como a mí, pero si no, te costará entender la trama (que por otro lado no es más que un fresco de un pueblo de Castilla en los 50). En la adaptación de Los Santos Inocentes deno sucedía ésto. Dicho lo cual, la recomiendo.