La sinópsis es simplemente un engaño para inducir a verla. Los dos chicos supuestamente desequilibrados (me hubiera gustado saber el diagnóstico del director) no son invitados de nadie y se ve desde el principio. El director decide que lo secuestrados no abran la boca y así puedan ser asesinados fácilmente, absurdo. La misma tontería se repite con las siguientes víctimas, tras los protagonistas de la película.

La cosa comenzaría teóricamente con una escalada de violencia, ese sería el juego, durante unos minutos la cosa parece interesante y desconcertante.

A partir de ahí es infumable. No es que consiga recrear un ambiente agobiante a partir de planos y diálogos, es que se espesa, se ralentiza, unos son muy listos y otros un poco tontos, no hay genialidad, no son esos diálogos absurdos o irónicos tipo Pulp Fiction (que por otra parte conectan con una realidad) donde la crudeza de unas imágenes contrasta con una conversación banal. Leyendo ahora ciertas críticas da la sensación de que el tal Haneke debe ser un niño mimado de la crítica y ya sabía que podía rodar cualquier chorrada que sería convertida en peli de culto.

Que uno de los chicos se dirija tres veces al espectador es algo sencillamente inexplicable. Y que rebobine un trozo de película para evitar la muerte del amigo ya es el colmo, para esta película que no tiene ninguna gracia, sí.

Recomiendo buscar los vídeos donde la protagonista real de la historia reconoce que la película refleja fielmente lo que pasó y sus comentarios sobre la actuación de Naomi Watts, también los del Director y una entrevista a Alejandro Amenábar reconociendo la calidad y espectacularidad de la película.

Lo del chico conflictivo es entendible, que el padre no le haya contado aún la verdadera historia de la madre es absurdo, al final parece que se lo saca de la manga el director para salvar la película. Va venga, os cuento esto y así acabamos la película con un abrazo y todos contentos.

Como ya se ha dicho el centro de represión es totalmente inverosímil, de estética cutre y peliculera, en ningún país civilizado duraría dos días abierto. Una pena porque no se entiende que aporta, se podría haber echado mano de casos reales, como esos colegios que siempre han existido donde se mandan a los malos estudiantes a recuperar en el verano, colegios de curas inflexibles, donde la letra con sangre entra. Quedan en el aire el dueño del colegio, lo que hay detrás del mismo, el director, el enchufado psicokiller, la maestra humanitaria ¿Quién coño la había contratado?

La niña suicida lo hace regular. Y sus padres de invitados, no se entiende el ofrecimiento "mi mujer te hace de comer" y de camino te la chupa. Se veía venir. ¿Qué aporta?

Mejor los padres del colega, y el colega en sí. Ahí había más material, sin embargo desaparecen a media película. :-?

Y sí, huele a refrito.

¿Por qué una prometedora fotógrafa de grandes pechos se enamora de un despojo humano que vive pendiente del fútbol de regional? Normal que a las primeras de cambio esté hasta el gorro de él. Y lo del pibe con la rubia se veía venir. Y menos mal que no pasa de la coca-cola. Para retratar de verdad el mundo futbolero podrían haber sacado la farlopa y los lupanares.

Tejero muy bien en su papel de ojeador de tercera, cualquier aficionado sabe que la realidad supera la ficción. Cierto que encasillado en su tono de actuación.

Peretti muy bien aunque otro que ya parece un personaje en sí mismo.

De los cameos el mejor Palermo. Delamorena y Manolete simplemente se limitan a ser como son. Casillas no luce, ya sabíamos por sus actuaciones publicitarias que no es un gran actor pero su guión no es tan creíble como si le hubieran hecho decir: El puto friki este, colgao. No pega lo de la cara de póker ya que a cualquier futbolista se le acercan desconocidos todos los días. Cortés y Llorente bien también.

El protagonista es del Atleti porque salen escudos y abalorios por todas partes pero no dice nada en toda la peli, bueno, que es de Carabanchel, no le pegaría tanto ser del Madrid.

Sacar el bar de Manolo el del Bombo es todo un detalle, digno de una peli futbolera.

Sancho y Hugo Silva lo hacen muy bien, bien ambientados también. Sancho parece un auténtico tiburón del mercadillo futbolístico.

Ya que iban a despelotar a la rubia se echa de menos que no le saquen un frontal como dios manda (© Mariano) o al menos las tetillas. También se queda uno con las ganas de vérselas a la Peleritti, porque la cosa promete.

Feo detalle la mención a la mujer de Florentino, deberían haberla evitado sabiendo que estaba enferma y en todo caso borrarla a última hora como fuera. Si Florentino no iba a salir mejor ni nombrarlo.