Es la primera vez que me enfrento al teclado para confeccionar una (muy breve) crítica en esta fantástica página. Y si lo hago es por una cuestión de conciencia. No puedo dejar pasar la ocasión de poder gritar a los cuatro vientos "¡¡¡Ridley, vaya p... m... que has hecho!!!". Pretenciosa, sobrecargada, vacía, con un encefalograma plano de principio a fin, sin siquiera estética propia (intentos infantiles de copiar la atmósfera que hizo mítica a su predecesora original, lograno hasta situaciones casi rayando en lo risible), metafísica "de retrete",..., tan, tan mala que ni siquiera los actores pueden salir bien parados. Entiendo que "la pela es la pela" y en momentos de crisis, hasta justificable, pero rebajarse a elegir una película porque puede ser un éxito por tener la firma de un tal Ridley Scott (aquel maravilloso director de obras claves como sus Allien, Blade Runner, Los duelistas...) es pecado mortal por lo haber leído antes el guión que se les ofrecía..., si es que se les ofrecía algún guión.
Al cabo de media hora, uno ve con pasmo que esos treinta minutos han pasado sin que te cuenten nada, ni siquiera para presentar a los personajes. Luego te vas dando cuenta que el resto de la película es igual.
La secuencia del aterrizaje y salida de la nave, es un calco de 2001, cuando llegan a la Luna y van en busca del monolito. En otros momentos pretenden ser un autohomenaje de Ridley "rey del manbo" Scott.
Son las 2 de la madrugada y las ideas y el cabreo se agolpan en mi mente de una forma insistente. Lo que más me cabrea es que pueda haber personas que hablen y justifiquen que la película pueda tener valores trascendentales, metafísicos, con planteamientos sobre la existencia del ser humano. Creo (y lo digo pidiendo perdón) es una p... mental. No se puede hacer metafísica con fuegos artificiales. Uno no puede plantearse el sentido de la vida con mostruitos resucitados. Para una práctica onanística mental así, ya tenemos a los Monty Pytton y su "El sentido de la vida", verdadera filosofía de la profunda, al lado de esta "consideración" que el señor Scott ha tenido con el conjunto de los mortales. Es una enorme pena. Enorme. Y, por si fuera poco, aburrida.

Me apena tener el deber ético (que no moral) de valorar taaaaaaaan negativamente este aborto de película. Empleo aborto porque se ve que es un intento FALLIDO de adaptar un musical con cierto éxito en los últimos años.

Lo único valorable con un mínimo es el intento de construir una película técnicamente aceptable pero nada más.

La música... sin comentarios. Los mal llamados gags cómicos... penosos. La trama... burda. Y la supuesta irreverencia... pueril.

Me desagrada que una historia con cierto potencial haya sido desaprovechada. Personajes simplones y sin relevancia, simples monigotes y/o marionetas en un guión que hace aguas.
Aunque debo levantar mi copa por Macarena García, Anna Castillo y Belén Cuesta, que dejan destellos de buenas actrices, en especial (lógicamente) Macarena "Blancanieves"García, siempre brillante. Muy a su pesar por su papel.

O es que me estoy sintiendo desfasado (es muy posible) y no entiendo este "nuevo humor" o es que he perdido la gracia o ya no sé. Pero creo que hay que defender una cosa que se llama buen gusto y no lo he visto esta noche en el cine.

En su favor es que podría haber sido mucho peor y caer en la zafiedad y eso lo agradezco.

Una pena.

Burdo insulto a la inteligencia más elemental y a la memoria de Peter Sellers. La zafiedad más abyecta toma al asalto el cine clásico al grito de "¡¡¡remake!!!". Por Tutatis, ¿por qué? ¿Por qué nos hemos merecido empezar a sufrir el infierno en la Tierra?

Años después de mi último pase de esta película, vuelvo a retomarla con cierta distancia y una pizca más de crítica y, aún así, sigue intachable y sorprende el tremendo poder de emocinar que tienen sus imágenes. Uno casi se deja arrastrar por la marea de imágenes, ángulos, travellings, panorámicas, planos,... Se puede emplear este material como un continuum de clase magistral de buen cine. Increible también que todo el peso que tiene detrás siga siendo un pozo sin fondo de terror y podredumbre. "Y detrás de la belleza habitaba el horror".

Es una pena que dentro de los ámbitos de catalogación de películas no podamos puntuar con un cero redondito porque, de hacerlo, lo haría encantado con este bodrio que intenta imitar otros bodrios con numeroso público, tipo "El lago azul" o "El náufrago", etc. Creo que lo único salvable de este telefilme (¿alguien duda de su creación para consumo tipo "estrenos tv"?) son las imágenes de los pececitos y los tiburones bajo el agua. Sinceramente, aguanté hasta el minuto 60, más o menos, en que empiezan a copular al borde del mar. (Ya lo podrían hacer en una piña bajo el mar, tipo Bob Esponja, sería más diver). Os juro que no pude aguantar más.