Gracias por darnos a conocer como era realmente Roma en la época de la caída de la República y la instauración del Imperio. Los romanos eran un pueblo muy avanzado, y de hecho eso es retratado, pero lo bueno de la serie es que nos presenta tantos los aspectos positivos de aquella civilización como los negativos, como los vicios y la crueldad. Roma no era como sale retratada en las películas de los 50 y 60, en el péplum. No, no todo era mármol resplandeciente, pulcritud absoluta y moral casi cristiana; eran sucios, viciosos y crueles. Gracias por la magnífica labor de los actores (me quedo con Voreno, Pullo y César) y, como he dicho al principio, por enseñarnos las luces y sombras de la Antigua Roma.

Atención: la crítica contiene más narración que crítica, pero vistas algunas críticas, dudo que me censure el público. Por favor, los incautos que la leáis llegad al final, es lo más importante.

Cuando se estrenó la película en 2005 acudí con mis amigos a verla al cine. Una épica como las de antes se decía y, como siempre me gustaron los clásicos de la edad dorada de Hollywood, me atreví con esta (de hecho empujé a mis amigos a verla, dicho sea de paso).
La película era notable, no era una gran obra pero para las producciones épicas de por aquel entonces (véase Troya) superaba con creces las expectativas. Quizá el principal problema era el último tercio, era atropellado, con una narrativa mediocre y casi confusa. Y no, Orlando Bloom no lo estropeaba a pesar de lo que digan; no es un buen actor pero tampoco es un truño.
Al cabo de un tiempo la película fue "olvidada" y se catalogó como obra menor de Ridley Scott.

Pues bien, hace dos días descubrí que salió a la venta el montaje del director o versión extendida. Presa del aburrimiento decidí buscar valoraciones sobre el nuevo montaje y me encontré con críticas positivas. Me decidí a verla.
Era una película nueva. Muchísimo mejor que la original. Desde el primer momento con la overture (al igual que mi adorada Ben-Hur) hasta los créditos. No se trata de una simple edición con 5 minutos de metraje extra para exprimir la película hasta límites insospechados, sino un montaje personal del mejor Ridley Scott, aquel director que inquietó con Alien o nos llevó a Roma con Gladiator. Es una película de verdad, con los personajes mucho mejor desarrollados (e incluso con algún personaje importante que no vimos en la original*spoiler) y una mejor narración. Si la original era sobresaliente en el apartado técnico (fotografía y batallas), ésta es además una gran historia donde priman los personajes sobre la acción. El reparto es grande, únicamente desapruebo la elección de Bloom para el protagonista, aunque resulta pasable como dije antes. Eva Green está bien en su papel, y qué decir de Neeson o Irons (cuando no hacía enormes hitos cinematográficos como Eragon). Hasta Edward Norton, detrás de una máscara, es capaz de conmover.

Después de contemplar este nuevo montaje, me pregunto: ¿Cuantas potenciales grandes películas han sido destruidas por la AVARICIA de los productores, que presionan al director por sacar unos euros más en la taquilla? ¿Cuantas se nos han sido denegadas desde antes de su nacimiento, y luego han sido denostadas sin realmente merecerlo? ¿Se puede justificar el destruir el séptimo arte por dinero? Lo pensé mientras veía la película y casi me entraron ganas de vomitar. Malditos (con la pose de Charlton Heston en "El planeta de los simios") seáis productores, ¡malditos!.

Dicho esto me puedo ir a dormir tranquilo. Gracias a todos.

¿Por qué se atreve a hacer este insulto a la inteligencia humana?
La dirección es horrible; las interpretaciones, pésimas (sobre todo el niñato que hace de Eragon) y el guión prácticamente inexistente. ¿Dónde están las ciudades y paisajes que describe Paolini en el libro? ¿Y por qué se lo inventan practicamente todo? En resumen, una película pésima que no merece los 6,4 eurazos que he pagado por verla.