Si la primera entrega fue un gran descubrimiento, si la segunda una terrible decepción, no tenía previsto ver la tercera hasta que comprobé las opiniones de Filmaffinity.
Pues bien, la peli no decepcionó pues ofrece lo que esperaba pero en cambio, ha provocado que empiece a dudar de las valoraciones de la web. En fin...

A pesar de que las críticas no eran demasiado favorables, me he decidido a verla y mi conclusión es muy sencilla: he sentido vergüenza ajena.
Por mucho que los críticos especialistas traten de salvarla con la estética, los efectos (¿?¿?) especiales, etc., etc., el guión es tan ridículo que minimiza a la nada todo lo anterior.
Igualmente, la elección del reparto es de lo más desafortunada y estoy convencido que cuando Mr. Damon la vio por primera vez, sintió la misma vergüenza que yo... en su caso, propia!
Con ésta, llevo tres fiascos seguidos por lo que a películas de aventuras se refiere: Exodus (infame), Dioses de Egipto (payasada) y ahora La gran cagada, perdón, muralla...
Menos mal que tenemos a HBO!!!

Así es como me quedé al verla. Ridícula, patética... de vergüenza ajena!
Tal vez con otros actores y enfocada a comedia, el resultado hubiese sido otro pero el que fue, me dejó abochornado.
Estoy convencido que tanto Cruise como Crowe, se han arrepentido de haber participado en esta payasada...
En fin, que Hollywood no está teniendo mucha suerte con las producciones relacionadas con el antiguo Egipto

Si es que cuendo el guión es correcto aceptable (en este caso, algo más que ello), las películas entretenidas son más sencillas de realizar...
Si sabes lo que vas a ver, el resultado es excelente!

No esperaba que este film llegara a sorprenderme (se supone una historia harta conocida) pero sí que resultara un entetenimiento visual con el que pasar la tarde.
Pero lejos de ello, uno no puede dejar de fijarse en diferentes detalles que en su conjunto, generanan que me decidiera a efectuar una crítica negativa de la película. A destacar en primer lugar, una muy desafortunada elección del casting: desde el protagonista hasta un hilarante y desubicado John Turturro. ¿Tan difícil era seleccionar actores con menos renombre pero que hicieran creibles sus personajes? Por otra parte, los cambios bruscos e inesperados de plano que hacen que en lugar de explicar una historia, deba uno de imaginársela, desmerecen el crédito de un realizador de culto como Scott.
Podría continuar pero, para echar más leña al fuego...
Saludos!