Película mala con avaricia que NO VA DE NADA.
Escenas de acción y lucha que se suceden sin hilo argumental alguno y, por supuesto, sin tener nada que ver con la mitología de la que han sacado a la fuerza a los pobres personajes.
Si les apetece hacer películas de acción y no saben ser originales al menos dejen en paz a los mitos griegos, y no los profanen con su ignorancia. Y no se copien de otras películas que ya hemos visto:
Kronos/Balrog que envía a atacar a su avanzadilla/orcos...
El Tártaro/Minas de Moria con fuego y puentes inestables...
El cíclope, algo parecido a un Minotauro... ahí todo mezclado y sin sentido. Siendo personajes mitológicos, todos caben alegremente en nuestra película ¡YUPI!
Banda sonora cansina y mediocre.
¿Alguien se anima a perder su tiempo?

Lo mejor de la película: el chocolate. Da gloria verlo. Apetitoso. Irresistible.
La historia es entretenida. con toques de cuento de hadas y enseñanza de Carpe Diem.
Pero los protagonistas no convencen. No hay química en esa pareja.
Para verla una vez nada más.

Original y espectacular.
Por algo no paran de repetirlo a lo largo de toda la película.
Derroche visual de movimiento y color. Apabullantes y geniales números musicales con planos vertiginosos y coreografías trepidantes.
Espectacular.
Como una gran tarta nupcial en la cual Kidman y McGregor son solamente los muñequitos de la cúspide... y que una vez quitados del pastel no se ven tan monos ya. No quedan mal, pero no son nada sin todos los demás actores, cantantes y bailarines lo que los rodean.

No me canso de verla... por el protagonista.
También por la música. No sé qué tiene que no se me quita de la cabeza. Simple, repetitiva, original...
Pero, sobre todo, no paro de verla una y otra vez... ¡a ver si la entiendo!
¿No la podían haber hecho un poquito menos rarita?
De verdad que me he leído todas las críticas anteriores. Todas. Pero ni estoy de acuerdo con los que la alaban ni con los que la critican.
No sé...
Seguiré viéndola hasta tener mi propia opinión.

Película ideal para los que no tienen pesadillas propias y quieren saber lo que sienten los demás cuando sueñan.
Un buen chute de paranoia para cuando te hartas de películas previsibles y comerciales.
Otro nuevo logro de Lynch para hacernos disfrutar del surrealismo cinematográfico aunque después de ver Inland Empire esto es una broma infantil.
Por cierto, que Badalamenti poco trabajo tuvo.