La Primera Guerra Mundial, la Navidad y los soldados cansados de un conflicto que aún duraría muchos años. Esta película muestra desde ambos lados (escoceses y franceses por un lado y alemanes por otro) cómo la Primera Guerra Mundial fue un conflicto clásico: provocado por las clases altas para que las clases bajas se matasen entre sí, sin conocer muy bien el motivo. Es bastante más fácil matar al desconocido pero la película muestra qué puede ocurrir si conoces al tipo al que al día siguiente tienes que matar. Una película que nos muestra que por encima del odio entre desconocidos están valores como la paz, la concordia y la empatía.

Una película amable, bien estructurada y que no abusa de los tópicos. Cabe destacar el papel de la profesora (Ariane Ascaride) que interpreta sobradamente el papel de profesora veterana de un instituto de París. El otro protagonista es el alumno Ahmed Dramé, que hace un papel con marcados tintes biográficos. Aspectos muy bien tratados son el papel de la religión (cualquiera de ellas) en el ámbito de lo público (algo que los franceses cortan rápida y eficazmente); la desmotivación de muchos docentes y cómo trabajar con adolescentes del siglo XXI un tema histórico tan duro.