(He leído que mucha gente echa pestes de esta película, pero a mí me encantó, quizá el virtuosismo no está en la perfección, sino en embaucar al espectador con una historia rocambolesca).

Juntas a John Huston de director y a Truman Capote de guionista, es obvio que de aquí no va salir Torrente VI, y si incluyes mitos de Casablanca y El Halcón Maltés como Bogart y Peter Lorre, junto a Gina Lollogrigida y el resto de un gran reparto, de aquí puede salir algo bueno.

La imagen, se ha reconocer no es óptima, y los decorados son simples, pero la trama y los actores tienen la viveza del teatro. No obstante, hay paisajes mediterráneos de un pueblo viejo donde transcurre la mayoría de la historia que es encantador.

Los diálogos son ingeniosos, que no sé si fue Borges quien dijo que a veces había que contar las cosas como si no las entendieras, en esta película hay algo de eso. El final, quizá es a mi juicio apresurado, es decir, la historia tenía que acabar de algún modo, lamentablemente.

Es una comedia. A mi juicio tiene más valor del que se le reconoce, es una pequeña joya olvidada de cine clásico.

La película es más larga que un día sin pan, pero además del reparto extraordinario, los decorados magníficos, y el cine clásico (mejor que el teatro), cuando vi la película acababa de leer 'Historia de Roma' de Indro Montanelli, y pude comprobar que la película es muy fiel a la historia. Esto último unido al talento de los actores contribuyó a una película excepcional.

Me atrevo a decir que junto a 'Espartaco' de Stanley Kubrick, y la serie 'Yo, Claudio' de la BBC, es de lo mejor sobre la época romana.

Como en La Odisea, la estructura temporal de la película es también 'in media res', comienza cuando Rick está en Casablanca, y después, través de flashbacks, se recuerda el comienzo de todo con Ilsa en París, y que de nuevo en Marruecos la historia continúa hasta el desenlace. Esta estructura tan antigua contribuye a que la película sea una obra maestra.

Hay más elementos que van apuntalando la estructura de esta historia, por un lado la causa justa de oponerse a la represión del nazismo; la simpatía que despiertan cínicos como Rick y el capitán Renault cuando abandonan su cinismo y dan un paso adelante para comprometerse con una causa, con un código ético; y finalmente, el tema del amor imposible entre Rick e Ilsa.

Por otro lado, hay momentos de nobleza, el código de lealtad entre amigos como Rick y Renault, y el dejar las cosas correr de Víctor Lazslo para no romper con Ilsa, y que a su vez agradece a Rick por su ayuda para escapar en el avión a Lisboa.

Situar la historia en Casablanca no fue solo por exotismo, fue la ciudad africana del Art Déco, una ciudad colonial con un ambiente muy interesante, hoy desaparecido, pero que en la película no se refleja completamente porque no se rueda en Marruecos y son decorados, sin embargo, no deja de embaucar mágicamente al espectador. A su vez, los europeos y los marroquíes que vivían en dimensiones distintas en una misma ciudad se deja traslucir, como la escena de Ilsa en un mercado donde el vendedor quiere regatear a unos europeos de punta en blanco.

En la historia se trasluce los últimos vapores de aquella sociedad de los años veinte y treinta, solo que a comienzos de los cuarenta, por la sala de fiestas y ocultando la sala de juegos, como una transgresión en la que también está involucrado el jefe de la gendarmería.

El guion, los diálogos, son magníficos, sobra decirlo, y la música trascendió la época.

También el arquetipo de un tipo de galán como Bogart, que denota otra época en muchas cosas, una de ellas esta, y esto también produce encanto en la película.

Pero lo más sensacional y maravilloso, cuando se estrenó la película los nazis tenían en jaque a media Europa, y la película apostó por una causa, por un ideal, el de los Aliados, que tres años más tarde derrotarían a los nazis y liberarían al mundo de la amenaza atroz que estos suponían.