Jordi Mollá, si aceptas mi humilde consejo, dedícate a tu profesión: actuar.

Si soy sincera, la he visto entera sólo por sentirme capacitada para votarla en Filmaffiinity. Por la nota, esperaba una película mala, para una tarde de sofá. Pero más que eso es una incomprensible forma de gastar dinero del estado. Estoy a favor de apoyar al cine español, pero al cine, no a esto.

No voy a perder mi tiempo en hablar sobre el guión de la película. Incomprensible y detestable.
Las interpretaciones mal, pero no se les puede culpar a los actores por no entender a sus personajes ni al argumento.

Lo bueno: personalmente, no puedo decir que me aburriera, porque era taaaan mala, que aproveché a hacer otras cosas más divertidas, por la buena compañía que tenía a mi lado ;)
Mi más sentido pésame a los que pagaron por verla en el cine.

Y repito, Jordi Mollá, por favor, si te crees tan fantástico, sigue por el mundo haciendo de actor internacional, porque a mi parecer, no eres malo. Pero no vuelvas a España para hacer estas mierdas.

No había visto la primera parte, pero al verla anunciada en TV me llamó la atención y...acerté.
Solamente por ver el Madrid de hace 30 años, merece la pena. No solo las maravillosas imágenes sino también la sociedad de principios de la transición y la política, que ésta no ha cambiado tanto.
Tiene unos diálogos fantásticos, en especial me ha gustado el discurso del personaje de Arturo Fernández (actor que no era de mis preferidos y que me ha sorprendido muy gratamente en este papel, que le venía de perlas).
Y sin duda lo mejor de todo es, por supuestos, la interpretación de Alfredo landa como “el Piojo”. Siempre que le veo en un papel dramático, me enamora.
Un notable para Garci, donde queda demostrado que las segundas partes pueden ser buenas.

Últimamente me ha dado por ver cine argentino y tengo que decir que me encanta!!

Me animé a ver “Un novio para mi mujer” porque conocía al director Juan Taratuto, por la entretenida “No sos vos, soy yo”, y acerté de pleno.

El argumento, que a primeras puede parecer simplón, es un retrato complejo de tantas parejas…El bueno de Tenso y su conformismo y falta de valentía para afrontar su infelicidad cotidiana. Y la Tana…qué decir de la Tana (y qué decir del papelón de Valeria Bertuccelli). Esa mujer sincera hasta extremos insospechados, pesimista y aburrida con su forma de vida, esa mujer demasiado especial y compleja para la realidad que le rodea.

Y partiendo de estos personajes y de esta conocida y habitual historia, ¿cómo hacer una película tan genial? La respuesta es el guión. Un guión desternillante, un guión reflexivo, un guión inteligente que te atrapa y que hace de esta película algo inolvidable.

Por lo que si quieres reírte, tienes que verla. Si necesitas sentirte comprendido e identificado, tienes que verla. Si eres pesimista, tienes que verla. Si detestas los buscadores de coincidencias, tienes que verla. Si a veces tienes miedo, tienes que verla. Si te gusta el buen cine, tienes que verla.

Lo mejor: la Tana
Lo peor: que no haya muchas películas como ésta.

No me ha gustado nada, por dos razones:
La primera se refiere al concepto de la historia dentro de una escape room. Y ¿qué es una escape room? Pues ahí está el principal problema, ya que gran parte de la población aún no conoce este tipo de entretenimiento y si ve algo así, no tendrá ningún incentivo en probarlo. Y los amantes de las escapes nos encontramos en este corto con:
- Un pseudo “game master” (el conductor de la escape) estúpido y maleducado,
- Una sala sin nada que investigar,
- Unos personajes que parece que van a un entierro en vez de a divertirse en familia.
Para entender mi fastidio explico lo que realmente es una escape room:
- Es algo divertido,
- En el que el conductor del juego crea un entorno temático y favorable para que los grupos de amigos y familia pase un buen rato,
- Resolviendo enigmas y escapando en 60 minutos de la sala con pistas, risas e ingenio.
¿Comprendéis mi cabreo al ver tan distorsionada esta actividad? Nadie que no conozca ya la dinámica de las escapes room y que vea en su asiento y en su cadena favorita esta fanfarronada querrá visitar una.

La segunda razón es más personal, ya que no me gusta generalmente el cine de Isabel Coixet porque siempre hay un protagonista que acaba de morirse, o se está muriendo, o se morirá en breve.
Por suerte, por lo que creo y espero, este corto está financiado con dinero privado, porque ya sería el colmo de los colmos que me tocara pagar a mí el rodaje de esta desgracia.

MI RESUMEN:
En cuanto a la historia, una más de Isabel Coixet, triste y ambigua. Si conocéis las escapes rooms, no lo veáis porque os pondrá de mal humor ver tal desfachatez. Y si es la primera vez que oís hablar de ellas, por favor, visitad una antes de verla y así no crearos una mala impresión (actualmente hay salas de escape en más de 150 ciudades de España y en todo el mundo).

Soy española y, como tal, adoro al valeroso espadachín Íñigo Montoya.
Soy mujer y, como tal, adoro al guapo y amoroso Westley.
He sido niña y, como tal, adoro a la dulce e inteligente Buttercup.
Soy bastante pequeña, y como tal adoro al gigante y bonachón Fezzik.
Y nací en los años 80, así que no adoro pero añoro el rostro del abuelo “Colombo”.

En el título digo que si no la has visto de niño, has perdido parte de tu infancia y creo que es cierto. Y es que esta película tiene todo lo que un niño puede querer ver: piratas, espadachines, gigantes, princesas, reyes, brujos, caballeros, guerreros, malos malísimos y buenos guapísimos y…..besos, también besos.

Pero lo mejor de todo es que si eres adulto y quieres racionalizar el argumento, también te encantará, porque no es más que un cuento que lee un abuelito a su nieto enfermo.

Y tengas más o menos años, siempre puedes disfrutar de las fantásticas escenas de espadachines, de los ingeniosos juegos filosóficos con copas envenenadas o de los paisajes de ensueño en el Reino de Florin donde un “Como desees” puede significar mucho más.

Puede que ser que 30 años después, los efectos especiales hayan quedado obsoletos, pero ninguna película en 3D de las actuales habría podido hacerme desenfundar de mis pantalones una espada de plástico una y otra y otra y otra vez diciendo las míticas palabras de Íñigo Montoya.

Si aún no la has visto, recomiendo que lo hagas, pero…
…………..Como desees