Vista varias veces en mi juventud, había entonces menos oferta de películas y los cines en algunas ciudades (VALENCIA concretamente) hacían sesiones continuas de dos y tres películas, y era difícil no haber visto ya alguna. De entonces recuerdo las emociones sentidas, vividas con los protagonistas, en los momentos de alegría, de inquietud, de peligro. Hoy me quedo con las demostraciones de verdadera amistad por parte del amigo y compañero en el ejército, que le lleva a ir a avisarle del peligro y a morir por él o con él, y también al mismo nivel con el nacimiento y posterior desarrollo, pobre en efusiones sentimentales y con poca, nula quizás, eroticidad, de un amor entre los protagonistas, que no por eso deja de tener una tremenda fuerza y convicción.