Haz click aquí para copiar la URL
España España · Tres Cantos
Críticas de Gonso
1 2 3 4 5 10 17 >>
Críticas 81
Críticas ordenadas por utilidad
6
14 de junio de 2006
225 de 314 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acepto las interpretaciones (especialmente la de Dennis Hopper por supuesto e Isabella Rossellini, aunque Laura Dern me resulta bastante irritante y patética) y la espléndida secuencia inicial donde se ve un barrio residencial como símbolo de la tranquilidad y felicidad para después bajar la cámara y, tras mostrar el plano de transición con un hombre que le ha dado un ataque (o eso parece) contrastado con un niño feliz caminando alrededor y un perro jugando con el agua, ambos ajenos a la desgracia, se ve el submundo plagado de insectos, simbolizando el cimiento podrido de nuestra sociedad. Pero no veo más positivo. Tiene aires de telefilme, un argumento sencillo y simple aunque con momentos sorprendentes como la primera visita de Kyle a casa de Isabella, y una historia de amor muy insulsa y tópica (1ª conversación: "sé caminar como una gallina" ¡entonces se pone el protagonista a enseñárselo! y lo peor, después de la absurda imitación la chica le responde: "jiji, que interesante" diciéndolo en serio!! Otra conversación de "razzie": "me gusta la Heineken, ¿a ti?" "Bueno, es la 1ª vez que tomo Heineken" "¿¿La 1ª vez que la tomas??" (sorprendido y casi enojado) "Mi padre bebe Budd" "ahmm la reina de las cervezas" y se queda más a gusto que un arbusto). El personaje de Dennis Hopper es inquietante, pero ni evoluciona ni nos muestran claros rasgos de su personalidad, más allá de la tortura y el maltrato, Isabella es rarísima con conductas injustificables y el resto o son arquetipos o desaparecen en la banalidad. No sé que más decir, ¡viva la mediocridad!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gonso
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
5 de mayo de 2006
58 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
El genialmente original director danés Lars Von Trier vuelve a reflejar en el celuloide los sentimientos más profundos de nuestra alma con la segunda entrega de su trilogía sobre EEUU (que afirma no haber visitado): si antes fue la impactante y claustrofóbica “Dogville”, ahora nos deleita con la dramática y profunda “Manderlay”, que precederá a la más madura y fotográfica “Wasington” (prevista para estrenarse en 2007 con, seguramente, Cate Blanchett en el papel protagonista).

Si en “Dogville” Grace (interpretada magníficamente por Nicole Kidman) era una chica inocente y confiada que la llevaba a ser engañada y maltratada, en “Manderlay” nuestra protagonista ha aprendido de sus errores y coge las riendas liderando esta nueva aventura con el rostro de Bryce Dallas Howard (conocida por ser la idealista ciega de “El bosque”, donde hizo un papel como anillo al dedo). Ésta joven actriz interpreta dignamente a su personaje aunque las comparaciones con su predecesora son odiosas, ya que aquella era capaz de mostrar multitud de sentimientos y registros con una mirada, mientras que con ésta se tiene la sensación de que sigue haciendo de ciega, con la vista perdida en nosesabedónde.

El nuevo capítulo lleva a Grace, a su padre (Willem Dafoe sustituye al James Caan de “Dogville”) y a la tropa mafiosa a un pequeño pueblo del sur llamado Manderlay, rodeado por una larga valla con candado. Una mujer se acerca al coche y pide ayuda a Grace. Ésta, a pesar del consejo de su padre de que no se meta en asuntos ajenos, se baja con su ejército ilegal a impedir la tortura de negro esposado por parte de una madura señora (Lauren Bacall, que repite con Trier). Nuestra idealista mujer decide quedarse en Manderlay con el fin de abolir la esclavitud de la población negra e instaurar un sistema democrático. Lo que no sabe es que hay mucha gente convencida en seguir como está.

Los decorados son iguales que en “Dogville”, sólo unas líneas pintadas en el suelo y unos pocos elementos necesarios en la trama sirven para ilustrar los lares por donde se pasearán los personajes. La diferencia está en que Trier invierte los colores: en “Dogville” era un suelo negro y un cielo cambiante según la franja horaria y en “Manderlay” hay cielo negro permanente y suelo variable, con multitud de tonalidades según el sentimiento que el realizador nos quiere transmitir.

La técnica de cámara en mano y la magistral fotografía de Anthony Dod Mantle siguen entre las constantes de Trier. Pero, si en “Dogville” la historia era lenta, con muchos silencios, intimista y paulatinamente intensa hasta la traca final, en su nueva obra maestra prefiere emplear altibajos dramáticos, situaciones que se resuelven o se agravan para resolverlos con un final tan digno como el de la primera entrega.

Sigue habiendo la preciosa voz en off y un orden narrativo dividido en ocho capítulos, que cada cual se espera con más impaciencia que su predecesor y no interrumpe ni entorpece la trama general.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gonso
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
3 de mayo de 2006
29 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
El incombustible e inmortal realizador Sidney Lumet (“Doce hombres sin piedad”, “Tarde de perros”, “Network” entre otras muchas) vuelve a las pantallas tras seis años de silencio con Vin Diesel en cartel. Esperen, no se asusten todavía. El que creíamos hombre-músculos sin cerebro aparece con pelo, tripa, arrugas y sorprendentes registros tanto dramáticos como, sobre todo, cómicos. Una grata sorpresa y la salvación que necesitaba para evitar el encasillamiento.

La historia, basada en un hecho real, relata el mayor juicio celebrado en EEUU contra una peligrosa familia de la “Little Italy”. Diesel interpreta al traficante de droga de los Calabrese, un hombre que ya está en al cárcel mientras se celebra el proceso judicial y que se defiende a sí mismo debido a la desconfianza obtenida tras perder el juicio que lo metió anteriormente entre rejas. Su forma de ver la vida judicial, su gran corazón y su sinceridad hará que el público desee cada intervención frente al juez y el jurado.
Una pequeña película que se desarrolla principalmente en el juzgado no la hace más simple ni aburrida, si no que evita cualquier superficialidad en la que podría haber caído Lumet para contentar a la gran masa. La base de este producto son unos diálogos muy planificados y meditados entre el director y T.J. Manzini, quienes firman el guión.

La otra gran actuación, no tan sorprendente tras su genial intervención en “The Station Agent”, corre a cargo del pequeño gran actor Peter Dinklage en el papel del abogado defensor que más apoya a Diesel en las vistas que se van celebrando, a cada cual más estrambótica por los desvaríos del protagonista.

Vayan a ver una película de corte clásico, con sus dos horitas de duración, que devuelve la vida una vez más a Lumet y resucitan de las cenizas a un Diesel perjudicado tras la terrorífica “Un canguro superduro”.
Gonso
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
27 de mayo de 2018
44 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta muy interesante que las críticas negativas que he leído tanto aquí como en el resto de webs provengan siempre de hombres, tachándola de machista o, mejor aún, que se sientan ofendidos porque “no todos somos así”. Solo les falta rematar con un “¿y para cuando el día del hombre?”.

Cuando una película como esta suscita opiniones de este tipo, significa que ha logrado su objetivo. Mi enhorabuena a la DIRECTORA.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gonso
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
5 de mayo de 2006
32 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Puede una novata profesora domar a una clase de conflictivos alumnos sin futuro cuyos únicos objetivos en la vida residen en la calle? Claro que si, la Pfeiffer puede. Tras los fracasos iniciales en el trato con esta gente, la ex marine maestra va conociendo cada uno de los problemas sociales que sufren, su acercamiento personal es la única forma para conseguir que adquieran una buena educación profesional.

El estricto centro en el que tiene que dar clase se muestra reticente a muchas de las reformas que nuestra protagonista propone pero ella no se rinde, sabe que la solución no está en mirar hacia otro lado sino en enfrentarse al problema desde la raíz, conociendo los motivos que llevan a los chavales a no mostrar la mínima preocupación por tener una buena preparación para llegar un día a graduarse.

La película esconde abundantes mensajes morales como luchar para conseguir lo que deseas, no rendirse ante lo que parece imposible y la convicción de que la represión no es la solución ante la gente conflictiva. Tiene bastante similitud con Los chicos del coro, con la diferencia de que no tienen la misma edad los chavales y por lo tanto no padecen los mismos problemas y obligaciones.

Antaño las películas de EEUU (ahora se sigue haciendo pero en menor medida, ya que el rap allí ya se respira en todas las calles, no sólo en las marginales) siempre para mostrar la pobreza y la marginalidad ponían negros y chicanos raperos, y así ocurre en este filme. Freestyles, sesiones de break y mucho rap acompaña a estos conflictivos personajes en su vida cotidiana, con problemas como los enfrentamientos entre bandas, las amenazas, la preocupación de sus padres o algún embarazo no deseado.

Sin duda, la mejor película de Michelle Pfeiffer (se llevó en premio Blockbuster a la mejor actriz dramática y estuvo nominada en los premios MTV), con el incentivo morboso que tenía en aquella época, a pesar de su hortera vestuario (esas blusas florales!! esas faldas hippiosas!!).

La BSO corre a cuenta de Lisa Coleman, Wendy Melvoin y Coolio, que interpreta el ya clásico “Gangsta´s Paradise”, tema principal del metraje en el que interviene también el gran Stevie Wonder. Esto es la guinda que consigue una película deliciosamente redonda.
Gonso
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 10 17 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow