Todos los padres odiamos aquellas películas que nuestros hijos ponen una y otra vez sin descanso, lo mismo para desayunar que para merendar hasta que el mismo DVD suplica piedad. A veces me he despertado bañado en sudor soñando que ahorcaba a Winnie de Pu, pero en el caso de Charlie y la Fabrica de Chocolate, cada vez que mi hijo la pone, la veo con el mismo interés que él.

Tim Burton ya nos tiene acostumbrados a unas ambientaciones difícilmente superables. pero en esta película se supera a sí mismo y sumerge al espectador en un mundo de fantasía muy acorde con la historia que nos cuenta.

Todo en la película es irreal y psicodélico: desde el guión a la fotografía, desde la actuación de los actores a los decorados. Cada detalle está cuidado. Puedes verla mil veces (como yo) y no verás un aspecto que no sea fantástico. El diseño de una bicicleta que sale de la fábrica, un cartel, un baile, un vestuario... todo está pensado y repensado para no sacar al espectador del mundo surrealista en el que entra desde que aparecen las primeras imágenes.

A la calidad de la obra en todos los aspectos hay que añadirle el fino y original sentido del humor. En definitiva se trata de una película a la que nuestros hijos pueden llevarnos si nos portamos bien, y es de las pocas junto a Cabaret, El Golpe y El Padrino que estoy deseando ver en cine, pues sólo las he visto en televisión

El padrino es una obra maestra del cine. Todos los aspectos de la película están muy bien conseguidos. La actuación de los actores es impresionante, y si vamos pasando revista a todos, uno por uno, veremos que El Padrino ha sido la película en la que han heho su mejor actuación.

En el caso de Al Pacino y Marlon Brando, podemos ver otras películas en las que han hecho un fantástico papel. Pero lo que llama la atención de El Padrino es la gran actuación de todos los actores secundarios. Desde el primero hasta el último. A mí personalmente me impresionó la actuación de James Caan .

La ambientación es genial, la música, el guión. Todo. Podemos destacar también el ritmo de la película. Cada secuencia dura lo justo, está en su momento, tiene su sentido, su fuerza, su sentimiento.

Pocas películas pueden verse una y otra vez y gustar siempre. El Padrino no es simplemente una de ellas. Es la mejor.

Vi esta película porque era de Ridley Scott con Russell Crowe. La cosa prometía. Pero no era lo que parecía. Evidentemente ambos son buenos profesionales, pero supongo que querían hacer una película comercial para ganar dinero. Una película ñoña sin pretensiones que gustara a aquellos a los que no les gusta verdaderamente el cine y que sólo van de vez en cuando y quieren algo fácilón para pasar el rato. Algo mediocre. Imagino que querían hacer eso. Y vaya si lo consiguieron. Son grandes profesionales.