El planteamiento de la película está muy muy visto: un malo malísimo que pone en jaque a la policía, y ésta se ve obligada a pedir ayuda a un superagente que está retirado, en la cárcel o similar... En este caso, el malo malísimo es un Russell Crowe virtual que sale del ordenador y cobra vida, y el superagente es un Denzel Washington muy duro que cumple una larga condena por matar al asesino de su familia.

El reparto cumple, no son actuaciones memorables pero dan la talla. La culpa de que la película sea un ladrillo no es suya, sino de una historia poco original, poco creíble, que se desarrolla de una forma previsible, intercalando algún chiste muy malo y tiroteos por doquier.

Ciencia ficción que da sensación de "cutre", muy poco recomendable.

Políticamente incorrecta, rompe con los todos tópicos de las películas navideñas. Es genial, no tiene una escena aburrida, son todas para desternillarse, con algunos diálogos para enmarcar. A veces tira de humor burdo y obsceno, quizás abusa de ello, pero bueno, de vez en cuando apetece ver películas así, de pensar poco y reírse mucho.

Billy Bob Thornton está perfecto en su papel de Santa Claus ladrón y alcohólico, sin ilusiones ni esperanzas, tiene unos diálogos buenísimos, con un humor irónico que me encanta. Bernie Mac (descanse en paz) consigue hacer reír incluso con el mero hecho de comerse una naranja, está estupendo. El personaje de la abuela es para partirse, el resto del reparto está correcto.

La historia lleva siempre un buen ritmo, y a pesar de lo dicho también tiene su parte bonita, entrañable, que culmina con un final demasiado edulcorado y metido con calzador que es sin duda el mayor "pero" de la película.

Empieza muy basta, luego se refina (un poco). No es la típica película de los Coen, es más populista, más comercial, supongo que es algo que el concepto de "comedia romántica" lleva consigo. No seré yo quien critique esto, ya que la peli hace gracia (sobre todo en su primera mitad), que es lo que se le pide, aunque es verdad que es algo simple, con un desarrollo demasiado lineal.

Aun a riesgo de repetirme, Clooney está fantástico, expresivo, llena la pantalla en cada escena. Zata-Jones está más fría, como su personaje, bien, pero transmite menos. Billy Bob Thornton está bien en su breve aparición, cumple.

La fotografía tiene un colorido asombroso, y en las escenas de amor tiene una luz que la hace parecer casi un cuento de hadas, efecto exagerado a modo de ironía.

La película, como he dicho, quizá peca de ser demasiado comercial, historia facilona, un par de giros relativamente inesperados y retoma su cauce simplista y demasiado hollywoodiense. Hace gracia, sí, pero no queda uno lleno y satisfecho como con otras películas de los Coen.

Es una película profunda, emotiva, relativamente dura. Afronta temas serios y delicados con el tacto necesario, sin buscar la lágrima fácil. A pesar de todo esto, también consigue intercalar escenas realmente cómicas, y lo hace con brillantez, sin caer en la frivolidad, como exige la seriedad de la situación. A veces se hace algo lenta, empieza a aburrir, pero enseguida vuelve a su cauce y retoma tu atención.

Clooney está espectacular, como siempre, muy expresivo y muy metido en el papel. Shailene Woodley muy bien también, una actuación muy madura, muy creíble. Y Nick Krause da vida al personaje que pone la nota cómica a este drama, lo hace bien,está correcto.

Cabe destacar la animosa banda sonora de la película, muy activa sobre todo en esos momentos en que el ritmo decae un poco.

En resumen, creo que es una buena película en la que no hay buenos ni malos, sino personajes complejos que toman decisiones correctas y equivocadas. Vale la pena verla.

Hay películas mejores en este género. El argumento no está especialmente elaborado, una historia simple, no muy trabajada, bien llevada a cabo por el reparto, y que pretende terminar con un sorpresón que se queda en sorpresita.

Lo mejor de la película, Pacino, cumple con el personaje. Colin Farrel está como siempre (cada uno que lo interprete como quiera), Bridget Moynahan bastante bien, y unos secundarios francamente mejorables (especialmente Gabriel Macht).

No es una película que enganche especialmente, si te pones a verla y se va la luz dormirás tranquilo y sin lamentarlo. Uno la ve sin meterse de lleno en ella, de ahí que la pretendida sorpresa final se quede en un "ah, pues vale" en lugar de un "oh Dios mío!". Y al final del todo, lo de si el padre de Farrell era o no era (...) directamente nos importa un comino.