El gran valor de "Olvídate de mí" es que une a su gran originalidad (es casi imposible recordar cualquier otro filme viéndola) una capacidad emotiva que la hace casi hechizante. Carrey y Winslet están perfectos, el director Michel Gondry es imaginativo y sólo se pueden criticar algunas escenas gratuitamente incomprensibles.

Bueno, parece que hay una encendida polémica sobre la última de Spielberg. Pues bien, en mi opinión, el mago judío ha hecho una de sus dos o tres mejores películas, así como suena. Pese a los sospechosos trailers previos, Spielberg ha adaptado admirablemente el libro de Wells, actualizándolo y añadiéndole la vertiente familiar al protagonista pero respetando totalmente el espíritu de la obra original. Pese al más que cuestionable detalle final, el resto es un prodigio de dirección. El cineasta judío da toda una lección de como combinar cine intimista y de espectáculo, de como incluir detalles de Serie B en un "blockbuster" y de como crear emoción, tensión y sobrecogimiento. Admirable toda la secuencia del refugio con un genial Tim Robbins e incréibles ese apocalíptico río plagado de cadáveres y ese fantasmagórico tren en llamas. De chapeau.

"Magnolia" es, sencillamete, todo un prodigio en el cine actual. Siguiendo el modelo de la también genial "Vidas cruzadas" pero nunca copiándolo, Paul Thomas Anderson deja sin respiración uniendo prodigiosamente historias tremendamente emotivas, filmadas con una clase descomunas e interpretadas a lo grande por virtuosos como Jualiane Moore, John C.Reilly, etc.

"Los 4 Fantásticos" me dio lo que ya esperaba, un sencillo entretenimiento dentro de una cartelera bastante mediocre. Aquí no vale la profundidad metafísica de filmes como "Batman Begins" o las dos Spiderman y eso ya se ve desde la elección del director. De este modo, lo que nos queda es una entretenida comedia juvenil que funciona en su inicio, con la conversión de los personajes en superhéroes y los problemas que esto conlleva, especialmente para "La Cosa", verdadera estrella de la función. En el debe queda el excesivo simplismo de la trama, especialmente en la parte final y el poco carisma del reparto, en el que destaca la sensualidad de la "invisible" Jessica Alba.

Produce asombro e incomprensión ver como una producción en la que se supone que centenares de personas han trabajado hasta el más mínimo detalle puede fallar estrepitosamente en elementos tan básicos como el guión, uno de los peores sufridos ultimamente en el que no hay personajes, no hay progresión, no hay situaciones emocionantes ni divertidas ni nada de nada. Un Ridley Scott despistado tampoco ayuda demasiado a mejorar el filme, que se queda en un aburrido conglomerado protagonizado por el omnipresente y sosísimo Orlando Bloom y una tremendamente desaprovechada Eva Green.