He tenido la oportunidad de ver esta película en un pase especial para científicos y pacientes y tengo que decir que ha sido una de las experiencias más potentes que he visto en un cine.
La película es de un talento exquisito en emociones, no abusa, las muestra, y tiene algunas de las secuencias más emocionantes que he visto en tiempo. El final es, sin duda, espectacular, es imposible que no te tiemble el corazón, y la mezca entre drama y comedia es increíblemente fina y respetuosa.
Suscribo todo lo que dijo Clara Lago en su instragram tras verla, además los actores están espectaculares. Pocas veces se ha visto un cambio tan radical como el que hace Dani Rovira y de forma tan perfecta, y Karra Elejalde tiene una secuencia (la de la bici) que es para mear y no echar gota. Y qué decir de Alexandra Jiménez en su mejor papel hasta la fecha, David Verdaguer... todos.
Tenía mis dudas antes de verla pero es una de las mayores sorpresas en tiempo.

La mejor operaprima que he visto en años, este Dani de la Torre se situa en el podio de los mejores directores jóvenes con su primera película. No le dieron el goya, que ya ves, pero le dieron algo mejor: poder demostrar que no necesita premios para hacer grandes películas.
Sin duda dirigirá la película que quiera ahora, aquí o en EEUU. Sin duda es un nombre a seguir. La película es una gozada de puesta en escena, acting y montaje; o sea, todas las teclas que debe tocar bien el director aquí se tocan a la perfección.
Brutal película, brutal dirección.

Me parece la obra de un genio que se ha hecho mayor. No hay ambición y sus toques de autor quedan desdibujados.
En ella ya no brilla la plasticidad de Almodóvar, y pese a que hay planos en los que sí, en ella hay ya un tufo de desgaste del genio, donde esos detalles ya no funcionan ni siquiera como recuerdo de lo que, intuimos, es la marca del genio.
El guión no funciona y no funcionaría en otro director. No hay arcos, los personajes no cambian ni evolucionan y hay momentos absurdos como el señor del tren o el personaje impostado a más no poder de Rossy de Palma, que hace lo que puede, eso sí. Uno tiene la impresión de que se trata de una versión primeriza de montaje, donde todavía se podrían eliminar muchas subtramas y escenas innecesarias.
El acting de Ugarte y Suárez es muy frío, marionetístico, así como el de Daniel Grao y Grandinetti, demasiado encorsetados en nada. Sin duda los personajes masculinos no tienen la menor identidad, y ni siquiera Inma Cuesta parece segura en su pequeño e innecesario papel, aunque lo intenta a más no poder.
Michelle Jenner, bien, eso sí. Pero poco.
Es otra película menor de Almodóvar, pese a que mucho más decente que la abrumadoramente desastrosa "Los amantes pasajeros".

La mejor película de 2001, Campanella es el mejor director de nuestra Era.
Ricardo Darín es un Dios y esta película tiene uno de los guiones más encantadores de todos los tiempos, nada falla en la película, es perfecta. Un clásico inmediato.

Un trabajo necesario hecho por un equipo al que estarle muy agradecido, no solo por la calidad del mismo, sino porque no tenían ninguna necesidad de hacerlo, se podrían haber quedado en casa pensando en programas más mundanos y no tratar un tema que nos debería avergonzar a todos.
Como documental de cine no puede valorarse tal alegremente, pero como documento sí es un 10.