El mejor momento que he tenido en el cine en mucho tiempo. Lo que hace Park dirigiendo el material que tiene es impresionante, está simplemente inspirado: desde la escena del cabello de Kidman transformándose en un campo hasta la asombrosa secuencia paralela del teléfono/sótano/seducción, cada elección que hace es imaginativa e iluminativa de alguna manera. Su obra representa un reto para cualquier cineasta televisivo que se contenta con crear imágenes estáticas y aburridas y ni siquiera trata de ofrecer algún estilo peculiar a sus películas.

Ha pasado tanto tiempo desde que hemos tenido a un director cómo Park, con un toque oscuro expresado de una forma visualmente hermosa y controlada. Él es el verdadero heredero de los principios de Polanski, Argento o DePalma (especialmente en esta película hay varias referencias a DePalma). Hay demasiadas películas hoy en día que quieren satisfacer al espectador o dejarlo en shock, pero Park tiene otras intenciones en su mente: el quiere confundir, dejarte inseguro de lo que quieres ver o cómo quieres verlo.

De alguna forma Park convierte este guión de sobremesa en poesía visual e incluso en una historia realmente conmovedora (y profundamente perturbadora) de el paso de una adolescente a la adultez. La película, como el resto de sus mejores trabajos es al mismo tiempo espeluznante, absurda y extrañamente bella en su propio modo. Me encanta.