Enganchado a la serie, escribo esta crítica en medio de la sexta temporada. No creo que deba rectificar, al menos no demasiado, de aquí hasta que la finalice.
Creo que necesitaba desahogarme o reventaba y por ello prefiero escribir aquí antes que aburrir a alguien que no lo merezca. Al menos quien lo lea será voluntariamente.
La serie tiene una trama inicial que, en mi opinión, es genial y con un potencial inmenso para crear historias en las que el personaje de James Spader, gracias a su original talento, Raymond Reddington se convierte en un antihéroe carismático, adorable al tiempo que temible, emocionalmente inaccesible, difícil de juzgar desde la ética más superficial, atractivo y seductor entre muchos de los calificativos aplicables. Pero a medida que avanza la serie hay defectos que van molestando mucho, tanto que sólo el personaje de Spader y su interpretación son lo único que mantienen el interés para continuar viendo episodio tras episodio. El principal problema es Megan Boone, esa actriz que por algún motivo inexplicable consiguió el papel de su vida y estoy convencido de que es lo mejor que profesionalmente va a conseguir ya que nunca lo mereció. A medida que avanzan las temporadas da la sensación de que la actriz cree estar a la altura de Spader como intérprete. Nada más lejos de la realidad. Cada vez que ella sale en pantalla, sobre todo si la trama se centra en ella, sobreviene un impulso inconsciente de cambiar de canal, como si estuviera viendo la TDT. La verdad es que la elección de Megan Boone para esta serie fue un enorme error. Hay quien dice que el personaje es insalvable pero no estoy del todo de acuerdo. El personaje de Elizabeth Keene es complicado y difícil de creer pero una buena actriz aportaría equilibrio con una interpretación más natural, menos sobreactuada y menos esquizofrénica. Para ser una actriz sin registros expresivos y con menos capacidad de transmitir que, como he leído en otra crítica, una magdalena es increíble cómo pasa de estar llorando a lo pánfilo y de nuevo a que le tiemble el labio en situaciones que no justifican ese dramatismo. Megan Boone estaría más adecuada en un culebrón venezolano. Megan Boone provoca una sensación de vergüenza ajena que hasta violenta un poco. Todo ésto se agrava aún más por una dirección y producción algo vergonzosas. Entiendo que 22 episodis por temporada no dejan mucho tiempo, pero las escenas de acción con las "estrellas" del reparto dejan mucho que desear. Son penosas. Se nota el poco esfuerzo físico, la poca post-producción y la ausencia de coreografía. Parecen propias de un teatrillo amateur. Pero éste es un mal muy común en las producciones para TV de la última década, incluidas las de mayor presupuesto como NCIS LA. Otro problema es que los personajes femeninos parecen escritos por guionistas con afasia. Un día son capaces de vencer a 5 mercenarios entrenados por lo preparadas, duras y fuertes que son y al día siguiente un mindundi sin ganas las inmoviliza y deja ko sin esforzarse....

A pesar de todo lo criticado, gracias a Spader y su personaje es una serie que vale la pena ver hasta el final. Aunque podría haber sido memorable.

Padre Nuestro me ha parecido una película interesante en muchos aspectos. No pretenderé entendimiento más allá del de un humilde espectador al que no vuelve loco la producción nacional ni entiende como honestos los argumentos (o justificaciones) de los que manejan el sector, especialmente de aquellos convertidos en cazadores de subvenciones más que auténticos creadores.
La calidad del reparto y el trabajo realizado, es indiscutible. Arrabal y Rey te enganchan y Victoria Abril apetece como la sal, en su correcta medida.
El guión es original en cuanto a la trama relacionada con el cardenal, el vino y el vaticano (minúscula intencionada)
Por lo demás, el anticlericalismo y la exposición de la evidente hipocresía que destila de todo lo que presume de católico, no se puede catalogar de original. Aún y así, el guión es brillante en muchos momentos.
Recordemos que se estrenó en 1.985, no en 1.955.

Para alguien con cierta madurez, aunque no guste especialmente del cine español, la recomiendo en madrugadas insomnes.

Vamos a ver, todavía no hay más que cuatro críticas de usuarios y las 3 primeras (hasta hoy 7/02/2022) dan en el clavo y muestran 3 opiniones motivadas, perfectamente equilibradas y que dejan poco que comentar sin repetirse uno.
Pero creo que puedo aportar un granito de arena para aquel que esté indeciso entre empezar a ver esta primera temporada de 8 episodios o ver otro producto.

En primer lugar, es básico explicar que nunca he leído una novela de la saga Reacher y, por tanto, mi referencia comparativa se limitaba a un contexto en el que había visto las dos películas protagonizadas por Tom Cruise y nada más. De hecho, en ese contexto y antes de leer las dos primeras críticas aquí, tenía la sensación de extrañeza por el hecho de que el personaje de Jack Reacher fuese tan parecido en el nombre a Jack Ryan ya que en cuanto a lo que recordaba de las películas de ambos, todo era una acción trepidante, coreografías de peleas, etc. Vale, vale, de acuerdo, no digo que fuesen iguales y no quiero que los fans del segundo (Ryan) investiguen mi dirección y demás. Sólo era una extraña sensación. Pero al leer las dos primeras críticas he entendido que el personaje literario de Reacher no era el que representa Cruise en las películas y que es más fiel la presentación que se hace aquí: un tipo muy grande, imponente físicamente para la mayoria, poco sociable, parco en palabras y sonrisas, etc.
Pues gracias. Me alivia saberlo. Y lo digo de verdad porque el compararlo con la representación de Cruise, creyendo que es el auténtico Reacher de la fuente original, desmerecia mucho todo el producto de Amazon ya que, lo que cualquiera esperaría basándose en esa falsa referencia, no tiene nada que ver y te quedas preguntándote que en qué demonios estarían pensando al crear esta serie. Pero ahora y entendiendo cómo es el Reacher original, la percepción cambia mucho y se entiende el trabajo hecho. Entonces se puede apreciar adecuadamente este producto.
La serie está bien, te engancha, te entretiene y la acción cumple los mínimos.
La única observación, en mi subjetiva opinión, algo negativa es que Alan Ritchson, a pesar de representar muy bien al Reacher original, es un actor totalmente carente de elegancia natural (es peor cuando intenta parecer elegante) y no digamos de agilidad física. Es algo normal en esta clase de culturistas/actores tan de moda gracias a "The Rock" y cómo lo ha impuesto Disney. En un gigantón natural, de buena genética y sin necesidad de gimnasio, como se supone que debe ser el auténtico Reacher, seguro que la agilidad sería esencial. Hay momentos en que ves perfectamente los pasos de la coreografía y el montaje en algunas escenas de peleas y no es un simple problema de de pospo, es que este tipo no puede ni cruzar sus propios brazos. Y no es por la ropa, que para deleite de tod@s a l@s que les atraiga, ya que todos los episodios tienen buena dosis de "cambio de camiseta". Es que no cabe en su propia piel.

Pero lo dicho, si es más fiel al Reacher original, vale la pena verla y yo estoy esperando a que llegue la segunda temporada.

Y Tom Cruise que continúe con el personaje en MI, que total, viene a ser lo mismo que hacía en Reacher... ¿O no?

Si te gusta la acción, la buena producción y desconectar el cerebro de la realidad y la razón lógica, cualquier MI de Tom Cruise sirve, da igual el título que lleve y el mensaje...

Saludos!

Sinceramente, redacto este texto mientras la cadavérica Amaya Salamanca "finge" estar follando con el hermanísimo Bardem.
Supongo que el trabajo no sobra y demás, pero el reparto contagia muy pocas ganas...
Confieso no ser muy fan del cine patrio y ésta sólo la veo obligado por la compañía, pero ésto es un proyecto caza - subvenciones con la producción de NETFLIX y su desesperación por ampliar su oferta de contenidos propios, aunque suponga ofrecer un producto de marca blanca pero comprando firmas.

Lo lamento mucho, pero ver esto es perder el tiempo. .. Incluso invertir tiempo en explicar porqué adecuadamente, es perder el tiempo.

Si, a pesar de todo, la ves, que te sea leve.