Ritmo suave, déjate mecer desde el inicio al final por la música de los Greenhornes y la voz de Holly Golightly, y disfruta. Ese es mi resumen para esta cinta que cuenta como protagonista con uno de los actores, Bill Murray, que ganan (más si cabe) con el paso de los años.
En principio no pasa nada durante el metraje, no se resuelven las muchas dudas que se plantean, pero se admiten todo tipo de lecturas diferentes. Se deja espacio libre a la imaginación, podemos rellenar los vacíos que quedan. Y se agradece que no nos tomen por idiotas, que nos dejen de vez en cuando intuir, suponer, pensar en definitiva.
La soledad de Don Johnston es abrumadora, casi duele verle, y más con la cantidad de conquistas a sus espaldas...¿qué salió mal Donnie? Don Juan le llama su vecino Winston (juego de palabras en inglés, al igual que la confusión de Don Johnson). Y la verdad es que todas las mujeres que aparecen tienen algo especial, que llama la atención. Cada una con su personalidad, las hay para todos los gustos: carnales, sensuales, misteriosas, hieráticas, dulces, ¿lesbianas? Toda una colección de amantes que nos habla de una vida pasada que, sin duda, fue mejor. Los años no pasan en balde, Donnie. Quizá por eso te aferras a tu posible paternidad para distraerte de tus miserias. Si es verdad que lo único que existe es el presente, mal vamos...

Enorme la actuación de Kevin Spacey en esta película que conserva bien la intriga hasta su final. El guión (merecedor de un oscar) es alambicado, como suelen serlo en este tipo de películas donde todas las piezas han de encajar al final para completar el rompecabezas. El suspense y la acción de la trama están bien llevados, el ritmo es el adecuado para que no decaiga el interés y los actores están bien elegidos. Todo un elenco en el que sobresalen el ya citado (y oscarizado por este trabajo) Kevin Spacey, Gabriel Byrne (cuya mirada siempre trasciende a la película en la que actúe), y Chazz Palminteri que, aunque solemos identificarlo como un mafioso amable, destaca muy en su papel. Todos unos sospechosos habituales del buen cine como éste.

Cuando empiezo a ver una película clasificada como romántica pienso: otra peli cursi para quinceañeras... Pues en ésta no puedo decir lo mismo, ya que alterna fenomenalmente los momentos buenos con los malos para asemejarse a lo que es el amor y desamor. Me gusta el tono agridulce general de la película, porque así es como me siento cuando paso por las fases que todo buscador de pareja ha de ¿sufrir? ¿gozar?. Pues depende, habrá momentazos, y otros más bien para olvidar (como para el protagonista de la pelicula). La banda sonora acompaña los climax y anticlimax, los actores se mueven más que aceptablemente en sus papeles, sobre todo el protagonista cuando le vapulean el corazón. Y la chica protagonista, la he visto en Dí que sí con Jim Carrey y la verdad es que enamora, algo fundamental para simpatizar con el chico y los sucesivos estados por los que pasa. La volvería a ver, es algo poética en su forma y su fondo, y es lo más atractivo, su lado indie en el sentido de original, no camina por los senderos trillados de otras de su estilo. Deja una sensación de novedad que se agradece cuando se han visto muchas películas.