Lo primero, no es una película, es un episodio largo de una mezcla de Física y Química, Al salir de clase, Médico de familia y el inspector Gadget.

Lo segundo, es una vergüenza que hagan películas como estas para cobrar una subvención, ya que el mero hecho de rodarla en catalán e incluir el mensaje político de exclusión al castellano rechazando a la alumna que habla en castellano es un insulto.

No es recomendable ni para verla alquilada, ni en la televisión ni en un momento de flojera espiritual.

Santiago Lapeira, se te ve el plumero.

El título de la película promete más que lo que en ella se muestra, ya que lo único decente son los primeros 20 minutos, en los que se transmite la intriga al espectador con secuencias usadas en otras películas del género, como crujidos, luces parpadeantes, teléfonos que suenan, y sobre todo relámpagos y puertas que se cierran solas. La verdad que de original, poco.

Los actores poco pueden hacer con un guión tan absurdo y unos diálogos sin sentido y de dos frases cada uno. Además, encarnan personajes que no llegan a transmitir apenas nada, sólo cuando están gritando.

Los efectos especiales rozan lo bizarro, estilo vengador tóxico.


En fín, le doy un 3 por el pequeño rato de intriga inicial.

Sólo para los amantes del género.

La película se deja ver, aunque mama directamente de unas cuantas películas de ciencia ficción, como Desafío Total o claramente de Blade Runner, aunque también de Pulp Fiction y unas cuantas más.

A los amantes del género les va a parecer entretenida, a los no amantes, igual les da un poco de repelús tanto riñon de hierro y tanta operación en el suelo.

Final semisorprendente.