Tengo que decir que no soy muy devoto de las animaciones de dibujos animados. Las veo en alguna ocasión, porque te aseguran cierto entretenimiento, pero no me terminan de llegar. Ni La Sirenita, ni Madagascar, ni Monstruos S.A., ni Up, ni Bambi, ni una que hay de unas hormigas... y así la tira. Pero hay dos o tres que para mí destacan del resto. Una para mí fue Aladdin, la otra Wall-E y ahora ésta. Seguramente habrá más por ahí que me gusten también, pero como la animación no es un género que me llame la atención pues de lo que he visto, Río es de lo mejorcito. Lo que me atrajo de la película fueron las ganas de ir al cine y ver que en la cartelera no había absolutamente nada que fuera a valer la pena (como la mayoría de las veces que voy en los últimos dos años), lo cual me hizo tomar la decisión de apostar casualmente por una animación y vaya si acerté. La película me tuvo embobado por más de hora y media entre argumento, colorido y humor. Mi novia me dijo al salir: "te has pegado toda la película con una sonrisa de niño en la cara", a lo que le contesté: "claro, es que hacía tiempo que no disfrutaba como tal".

Si alguien dijo que para hacer el guión de una película basada en un videojuego no era necesario haber jugado al mismo anteriormente, ni conocer la historia de los personajes, ese fue Steven E. de Souza.