Si te gustó Memento y la tienes como una de tus pelis de cabecera, ahórrate el esfuerzo o, mejor, vela sin esperar nada de ella. Es una historia de amnesias en la que cada día se construye mediante notas, fotos y trozos de grabaciones. La prota, que es la inexpresiva Nicole Kidman, se va haciendo de una memoria nueva y dolorosa cada día. Hasta ahí, me encanta. Es un argumento sugerente y poderoso. Avanzando entre desconfianzas y posibles mentiras. Aislada en un día que eternamente se repite. Por supuesto, la historia parte del cambio de ese estado a un estado de recuperación de la memoria de la que ella no puede ni debe fiarse. Es en esa parte una historia interesante... El problema es que se deja llevar por la sensiblería y los tópicos. Se aleja del nivel de Memento a pasos agigantados casi desde los primeros 15 minutos. Cae en la falacia del thriller amañado y va cansando y aburriendo y desencantando a cada paso. A lo mejor la novela era un latazo también, pero no la he leído y visto lo visto no la pienso leer. Hala. Vosotros mismos.

The loft es un remake de la película Loft, del mismo director, que no he conseguido ver. Habrá que reconocer que no tengo herramientas de crítica más allá del visionado con pocas expectativas dadas las pésimas críticas que leí. Dicho esto, recomiendo la peli. Es un tipo de cine que me gusta y diré que consigue mantener la intriga y está bien dirigido (creo) e interpretado. Solo defrauda el babosísimo final. Pero eso es el pan nuestro de cada día en las películas que veo últimamente y, probablemente, tiene más que ver con mis gustos que con un juicio objetivo del que carezco y al que no aspiro.
Un grupo de amigos se la juega de la manera más superficial, entrando en un cínico modo de vida muy americano y muy de ricos y muy de película. Al final, todo se enmaraña, muy bien y muy sugestivamente, de tal manera que, donde había amigos, hay enemigos, sospechas y venganzas. Todo genial, excepto el maldito leitmotiv que es una cagada. Le pongo un notable porque me ha hecho pasar un buen rato que es de lo que se trata.

Es una peli sueca, sencilla y sin muchas sorpresas. Buena en su género, nada pretenciosa. Una de esas que cuentan las cosas tal cual y no se esmera en artificios llamativos. Se centra en la historia de una niña rusa, que ya no es una niña, al menos, por fuera. Es una historia cruel, por lo verosímil y lo veraz. La historia de un abandono y de un destino que es el de muchas niñas en un mundo que no cultiva la piedad ni la empatía, sino la ruindad que no siempre (pero casi) acompaña a la pobreza extrema. Lilja tiene un único amigo. El resto del mundo está contra Lilja, porque carece de suerte.
La película no es magnífica, pero la actriz es magnífica. Todo el rato pensé que alguien debería haber hecho una peli de la madre de Lilja y que no habría sido una denuncia social, ni un recuerdo a todas las niñas robadas y perdidas, sino algo más hermoso como historia y más interesante. Saber qué hace y qué siente y qué piensa y cómo digiere esa madre su egoísmo y su humanidad y cómo llega a superponer su ingenua búsqueda de la felicidad a la única cosa que ha hecho ella sola y que le pertenece y a la que pertenece. Que alguien haga esa peli o escriba la historia de la madre de Lilja, alguien que no sea sueco y no esté atormentado por lo terrorífica que es la condición humana.

No es una historia de amor. Es ella tejiendo, ella cocinando, ella cortando puerros, pelando ajos, cambiándose la chaqueta roja por la nueva, sacando el agua del pozo y porteándola cual cenachera hermosa y joven. Y son los vecinos construyendo la casa. Y son las mujeres trayendo las comidas. Y es un tiempo y un lugar donde, de puro duras las condiciones, la política da igual, mientras la comunidad resista. Es el camino de vuelta, por amor y por el respeto a la tradición. Y es, más aun, el homenaje a una profesión. Y también, ya sí, una historia de amor.Y el inevitable reproche de la madre al hijo y la inevitable declaración de amor de esa madre a ese hijo. Y, por fin, el honor de ser un maestro en una escuela rural destartalada que es el detonante del amor y del respeto y de una hora y media deliciosa, llena de detalles y de belleza.

Bong Joon-ho ya se había ganado mi respeto y mi admiración. Hace de todo tema que toca algo más trascendente y no solo por lo minucioso y sincero de la factura del film. Hay siempre un algo más. Algo que oriente sabe y occidente, no. En esta historia de detectives desfasados y pueblerinos que recuerdan un tiempo ajeno a psicópatas y problemas posmodernos, tenemos toda la frustración, el desamparo, la necedad, la incompetencia y el deseo de superación del ser humano de cualquier época en cualquier coordenada geográfica.