Sencillamente vergonzosa. Siempre me han gustado las películas biográficas de artistas. Quizá influye el hecho de que yo mismo soy artista, más concretamente pintor. De modo que cuando vi que había una película tan reciente sobre uno de mis pintores favoritos quise verla.

Las biografías de artistas unen, a la descripción del personaje y sus peripecias más o menos noveladas, el desarrollo de una carrera artística, en la que la pasión por la profesión y la intensidad del trabajo, desde el arrebato hasta la pura y enfermiza obsesión, impregnan la narración. Desde las primeras obras hasta los grandes hitos de la carrera, vemos crecer el talento y la aceptación o la incomprensión entre el artista y el mundo a medida que la vida del genio se desarrolla. Grandes biografías de artistas en el cine ha habido y sigue habiendo. Pero por alguna extraña razón, últimamente hay películas que en lugar de hacer una biografía del artista, salpicada eso sí con sus anécdotas vitales, hacen una película sobre los episodios más banales o banalizando todo, y en el que no adivinaríamos siquiera la profesión del biografiado porque escasas veces lo vemos trabajar o al menos escasas veces lo vemos ocupado en su trabajo.
Esta película no puede ser peor. Los personajes son huecos y ridículos, y todo el desparrame de atrezzo y ambientación nos cuenta una historia superficial y si queremos entretenida pero que tiene tan poco que ver con la vida de un artista que tan sólo el título nos da pistas sobre la intención de la película. Esto es más incomprensible cuando descubrimos con horror que no se trata la vida de un aficionado cualquiera en sus domingos, sino nada menos que la supuesta biografía de uno de los mejores dibujantes y pintores de la historia, ¡nada menos que un artista de la categoría de Toulouse-Lautrec!

El sentimiento de vergüenza ajena me ha acompañado durante toda la proyección. Y el momento más vergonzante ha sido una conversación a gritos entre Van Gogh y Toulouse que se diría hecha por un turista desinformado y no por un biógrafo supuestamente autorizado.

Para ver algo sobre Toulouse-Lautrec recomiendo vivamente revisitar "Moulin Rouge" de John Huston, que quizá está peor ambientada y se centra en la vida amorosa, pero que pese a todo nos brinda un relato realista, pero emocionante y vivo de lo que es la vida de un (gran) artista.

En fin, "Lautrec" es un horror, una película totalmente prescindible excepto para los muy masoquistas o que hayan decidido despreciar el arte y en concreto la pintura como dogma de fe.

Es una película que me sorprendió porque tiene momentos francamente inmersivos, espectaculares en lo visual, con una música como de otros tiempos. Si no fuese por la extraordinaria calidad fotográfica casi podría ser a típica película de los 80. Pero espera, de repente pasa a ser de los 90, de los 2000... y luego vuelve a los 80.

Sorprende porque cuando parece que todo va bien se enrolla demasiado tiempo con personajes e historias que no sabes bien de dónde vienen y no se termina de explicar. Por momentos se ve seria, bien hecha y de repente pasa a ser algo muy parecido a un documental conspiranoico, o los diseños de los extraterrestres son demasiado básicos y le quitan empaque a la historia.

Da rabia, porque la película se va manteniendo bastante interesante mucho tiempo pero luego se desinfla de repente y no vuelve a coger el ritmo ni la verosimilitud inicial, y las cosas cada vez suceden más a golpe de guión que de la lógica de la historia que se está contando.

Yo nací en 1969. El cine de los 80 fue el cine de mi adolescencia. Las series y películas míticas de esta década las vi cuando se estrenaron.

Así que cuando me enteré de que una película con un planteamiento y un título tan descabellado se me había pasado totalmente desapercibida no me lo podía creer. Extraterrestres, viajes interdimensionales, villanos estrafalarios, héroes con todas las habilidades juntas... ¿Cómo podía ser que no conociera semejante despropósito? La vi con todos mis filtros puestos. "Si no la vi es porque no valdría la pena". Y casi acierto. Realmente no es cine de arte y ensayo, todo en ella es una pura exageración. Es como si hoy en día se hubieran planteado hacer una película de parodia del cine ochentero tras ver Regreso al Futuro, Las Aventuras de Enrique y Ana, Los Goonies, ET, Encuentros en la tercera fase, Los hombres de negro...

Pero no ¡es de 1984! Su planteamiento es tan hiperbólico, tan absurdo, pero a la vez tan verdadero, tan lleno de autenticidad, que a mí me ha conquistado totalmente. Viene a ser como Kung Fury, pero rodada en la misma época que se pretendía parodiar.

La he visto ya unas cuatro veces y siempre disfruto. No es que me ría muchísimo, pero sí que empiezo y termino con una sonrisa que no se me apea en todo el rato. Y tiene momentos realmente geniales que podríamos considerar guiños a otras películas... si no fuera porque "Buckaroo Banzai a través de la octava dimensión" es coetánea o incluso predecesora.

En fin. Reconozco que se le podría sacar más jugo a todo esto, pero el mundo presentado aquí no es una mera acumulación de absurdeces, sino que tiene una mitología rica y extrañamente coherente.

Es una película de humor absurdo, en la que se narra una biografía bastante poco fiel a la realidad de Pablo Picasso.

Pero está hecha con tanto cariño, tanta chispa y tanto conocimiento de lo que es el mundo del arte que para mí es una de las mejores peliculas para entender bien de qué va Picasso y cómo ha sido su obra y su influencia en el arte del siglo XX.

La película es tan graciosa y tiene tanta personalidad que existen clips de ella que se han tomado como memes, a pesar de ser una película sueca, extrañísima, rodada en varios idiomas y muy poco conocida. Cuesta encontrar versiones en inglés, pero hay una versión doblada que se emitió por TVE en español y que yo, de niño, vi en ese momento. Y me marcó bastante para dedicarme a esto de la pintura, junto con "Le Mystère Picasso" y la serie biográfica sobre Leonardo da Vinci.

Quizá no es para todo el mundo, porque quien espere una biografía seria y fiable se llevará un chasco. Pero con todo, describe las fiestas, los salones y los escenarios por los que pasó Picasso a lo largo de su vida, junto con situaciones y sentimientos de una forma tan gráfica que yo la utilizo en clase para explicar las vanguardias históricas y la bohemia parisina, las etapas y el arte de Picasso, etc.

Aparte de un aspecto visual deslumbrante, unos gags realmente graciosos, tiene algunos efectos especiales que me resultan increíbles para su época. Por ejemplo lo que comento en la zona de spoilers.

En fin. Yo le tengo mucho cariño a esta película y me da rabia que no sea más reivindicada. Es lo que tienen las comedias, todo el mundo cree que no pueden ser importantes. Aunque en fin, ya se entierra a los cómicos en sagrado... algo hemos avanzado.

Quizá si no hubiera visto primero películas de Woody Allen donde se tratan estos temas -muchas- pero de forma entretenida, que va desde lo hilarante a lo serio, pero siempre de forma profunda, con enfoques que combinan mala baba y compasión, hubiera aguantado todo el tiempo viendo "El declive..." pero no. Para ver a intelectuales de clase media-alta algo superficiales comentando sus cositas prefiero ver cualquier peli sobre esto filmada por Woody Allen. En sus pelis, si no es en los personajes, es en las situaciones, en la música... en alguna parte está siempre ese chispazo de genialidad, de inteligencia, que te hace disfrutar. Esta peli me pareció como asistir a una reunión de gente aburrida y sentirme aburrido con sus aburridos pensamientos.

Me aburrió tanto ver los primeros 20 minutos que empecé a bostezar y busqué con rapidez un capítulo de "House" para hacer reaccionar a mis neuronas de nuevo.

Estuve tentado a ponerle un 1, pero como la fotografía y otras cuestiones demuestran que hubo más gente trabajando ahí, le regalo un punto más.