Alguien dijo una vez:
"El cine es coito, no masturbación".
Las películas no se hacen para el disfrute personal del creador. Se requiere un receptor al otro lado de la pantalla. Se hacen para provocar emociones en el espectador, y si hay suerte, dejar una huella en él. No creo que la intención del director fuese provocar el tedio absoluto y la ira (en algunos casos) del público.

Creo que fue Hitchcock quien también dijo:
"El cine es la vida real sin los momentos aburridos".
A la película de Rosales le sobran 1 hora y 5 minutos de momentos aburridos.

Debería haberlo dejado en un cortometraje...

Un virus que amenaza a la población
Un tío que sabe hacer de todo (hasta giros y tirabuzones con el coche)
El "coche fantástico"
La mala: una modelo escuálida que dispara una ametralladora en cada mano sin que le tiemble el pulso.
Balas a cámara lenta...
Bombas a troquel...
Y una descojonante batalla final con unos efectos a ordenador aún más chistosos (el avioncito estaría mejor hecho si fuese de cartón piedra)...

Simplemente eso, desternillantemente MALA...

No sé qué pretendía Mel Gibson con esta película; si ganar adeptos o revolverle las tripas a los espectadores... Los que fueron a verla por devoción salieron del cine escandalizados y descompuestos y los que la vieron por puro morbo salieron más indiferentes con respecto a Jesús que cuando llegaron. Total, que no convenció a nadie.
Lo que sí consiguió es mostrar un fragmento de la vida de Jesús desde una original perspectiva no muy explotada hasta ahora: la carnicería. Ahí el bueno de Gibson se lució. La verdad, no creo que para conmover al espectador o para hacerle partícipe del sufrimiento de Cristo haga falta que la carne salpique su cara.
Dejando de la lado la gratituidad de las escenas de violencia, hay que decir que la veracidad que gana la película al estar rodada en latín y arameo la pierde doblemente por otras razones: los tópicos abundan como la mala hierba, y los personajes se caricaturizan hasta el extremo de parecer salidos de una viñeta grotesca. No hay más que ver al animalizado Barrabás (que no habla, sino que sólo gruñe) o al afeminado Herodes (que parece que de un momento a otro vaya a poner un huevo).
Vamos, que no se lo cree ni Dios.

En definitiva, "dejad que los niños (y los adultos) se alejen de ella".

P.D.: ¿Jesús inventó la mesa con patas? ¿???¿¿¿???