Puede ser que el hecho de haber leído el libro antes de ver la película influya el punto de vista que tengo de ella. Aún así, intentaré ser lo más coherente y justo en mis opiniones: La directora se ha limitado a poner en escena los relatos del libro del mismo título, sin darle ningun toque personal (por ejemplo; los actores suelen actuar ante un croma que difunde imágenes dignas de ser los típicos fondos usados para los videoclips de los años 80) ni cambiar ninguna de las experiencias contadas en la obra de Isabel Pisano.

Si la mini-historia protagonizada por Daryl Hannah y Denise Richards puede parecer el aliciente original del film, he de decir que me pareció totalmente prescindible ya que sus escenas sólo sirven para mostrar la facilidad con la que una mujer puede entrar en el mundo de la prostitución, cosa más que relatada, contada, obviada y recordada durante las dos horas de film.

Imposible intentar basar la calidad de una película en una escena de lo más chocante. Durante 5 minutos el director consigue que el espectador despierte brevemente de su letargo para ver algunas de las mayores crualdades de la vida en la gran pantalla. Luego, vuelve a dormirse, esperando que otra escena o trama salve el film... En vano.

Pretty Woman... O cómo consiguió Julia Roberts que la gente le tuviese respeto a las prostitutas hasta las tres horas después de haber visto la película.

Salen tíos buenos.
Los personajes secundarios también tienen vida y eso se ve reflejado a través de sus propias tramas.
Sale Deborah Harry.
Poco más que contar acerca de esta película que se parece más a un telefilm que a cualquier otra cosa.

Sin ninguna duda, fue la Britneymanía la que hizo que un director se interesase en un guión taaaaaaaaaaaan flojo, con actores taaaaaaaaan malos y destino taaaaaaan claro: Fue un fracaso...Pero todo el mundo la ha visto.