Aún no se como descubrí esta película, pero desde entonces ha pasado a ser una de mis películas favoritas. Con un gran, aunque también, hasta cierto punto, previsible guión te deja con un bienestar emocional y con una sonrisa en los labios cuando llegas a su fin. No es una película que te va a hacer pensar, simplemente siéntate en el sofá y deja que te cuenten la historia!!

Lo que más me sorprendió fue la sencillez y la naturalidad con que está contada, pero sin dejar de profundizar en las relaciones entre los personajes. La relación entre los dos protagonistas es de lo mejor de la película y los dos actores (Ian Bannen y David Kelly) clavan sus actuaciones!!

Toda ella tiene un aire cómico, pero sin caer en los clichés habituales ni en lo absurdo. Simplemente es una comedia costumbrista que nos explica una de las posibilidades que tenemos cuando la suerte ha caído de nuestro lado. Tiene bastantes momentos divertidos y algunos fragmentos del guión son memorables. (Como el discurso improvisado de Jackie en la iglesia)

Como dice alguna de las otras críticas, seguramente les resulta demasiado fácil a los protagonistas de esta entrañable comedia llevar a cabo su plan, pero para mi, precisamente en este punto recae la grandeza de esta película. Valores como la sencillez y la amistad verdadera están muy presentes en el film, todo ello acompañado por unos paisajes extraordinarias y una banda sonora muy acorde.

Yo por mi parte, no me cansaré de verla

Me senté a ver esta película con la idea de disfrutar un film de animación más, pero hay muchos pequeños detalles que la convierten en más que una película.

En el aspecto técnico cabe destacar el gran trabajo realizado en plastilina, que es espectacular, recreando minuciosamente cada detalle y con una estética que huye de los convencionalismos. (Muy buena la idea de de cambiar el color de la película en función de la ubicación y el personaje.) La banda sonora acompaña muy bien a lo largo del film y en ciertos momentos le acaba de dar el toque emotivo perfecto.

Más allá del trabajo artístico, el guión de la película es espectacular. Trata sin ningún tipo de tabú temas tan trascendentales e importantes como la muerte, la amistad, el amor, la familia, la soledad…; todo ello teñido de un humor negrísimo, y desde el punto de vista inocente, y a la vez cruel, de una niña australiana de 8 años y un cuarentón de Nueva York con síndrome de Asperger.

Pero lo que hace realmente especial esta película es la relación que se establece entre los dos protagonistas, Mary y Max. Como afrontan las situaciones, los problemas, las alegrías y los cambios que van sufriendo a lo largo de la vida, dejando claro que, cuando es auténtica, la amistad perdura pase lo que pase.