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España España · A Guarda
Críticas de Ortofon
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
Barón Rojo, la película
Documental
España2012
6,3
581
Documental
4
20 de octubre de 2013
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
El documental de Barón Rojo estaba dentro de la sección oficial nacional de la X edición del festival In-Edit. Una sinopsis interesante donde se hablaba, una gira de reunión de la formación original 23 años después de la separación, del triunfo de un grupo de "no-amigos" y un supuesto análisis de la ruptura de la banda que -cito literalmente-: "capearon cismas y conquistaron cimas (el festival de Reading) y llenaron estadios a pesar de la chapuza española". No nos engañemos, amig@s, la chapuza española sigue aquí 30 años después de la formación de la banda. Se puede apreciar en la forma y el fondo de éste "DocuMetal". En la forma, porque cojean muchos aspectos técnicos: Iluminación irregular en las entrevistas, etalonaje desigual entre planos de la misma secuencia, audio tirando a roto en la mayoría de las declaraciones de los entrevistados, audio de los conciertos tomado con micros de ambiente en lugar de grabarlo directamente a la salida de la mesa de mezclas… salvo excepciones como las imágenes de los ensayos previos a la gira, donde la luz es decente (se podrían haber ahorrado la máquina de humo) y el sonido al menos, se entiende que ha sido grabado en multipista y posproducido.
Se echa de menos más material de archivo, al principio se ven unas tímidas imágenes de su participación en el festival de Reading, pero no hay mucho más. ¿No habría sido posible conseguir material de archivo de TVE?. Algunas cosas faltan y otras quizá sobran: la recreación de la sucesión de los hechos por parte de los protagonistas queda forzada y poco creíble.
En cuanto al fondo: desde el punto de vista del productor/director se hace ver que existen dos bandos. Los buenos: Sherpa y Hermes y los malos: los hermanos De Castro y su mánager, que según Sherpa, plantearon la gira de reunión como una forma de hacer caja utilizándolo a él y a Hermes como "reclamos" y luego los dejaron tirados en la cuneta. Para entender esto hay que tener en cuenta que los hermanos De Castro siguen tocando bajo el nombre de Barón Rojo con dos músicos mucho más jóvenes que ellos, Gorka Alegre y Rafa Díaz, que también son entrevistados en el documental, aunque por 'desajustes' en el montaje, en un primer momento uno no sabe muy bien que pintan ahí estos chavales. Al mismo tiempo Sherpa y Hermes se quedan con una sensación un tanto agridulce tras la reunión. Por una parte están contentos de haber revivido aquellos días de su juventud, pero por otra, se van con la idea de que lo podrían haber planeado la gira de otra manera, más a lo grande con mejor producción. La sensación aaridulce de los 'buenos' también se queda en el paladar del espectador ya que, o bien por falta de presupuesto, o por falta de un guión mejor pautado, el documental se queda en un quiero y no puedo.
Ortofon
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8
17 de septiembre de 2013
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pienso que esta cinta está orientada al público conocedor de la cultura gallego-portuguesa o rural en general. El espectador tiene que tener ganas de empaparse de eso en caso de no ser un iniciado en la materia, de lo contrario le será difícil de digerir lo que ve en la pantalla. Aquí no se viene a ver ningún artefacto dramático. Es más: está más próximo al cine de Dziga Vertov que al de Eisenstein.

No pretendo desde aquí poner en tela de juicio la capacidad del espectador de asimilar la cultura gallega/portuguesa del rural más profundo tal y como es. No es más que la realidad de las gentes y los lugares que se nos muestran.

Desgraciadamente, la única reseña que he encontrado aquí es la del Sr. Bonet Mojica. Hubiera estado bien leer alguna más. Él habla de 'aparente tono documental'. En realidad no es aparente. Es lo que hay: hombres asistiendo al parto de una vaca o la mujer portuguesa apañando las berzas y quitando los carozos de la tierra. Eso para un 'raiano' es tan cotidiano como para un barcelonés comprarse la Vanguardia, o como para un madrididsta leer el Marca.

Hay alguna parte ficcionada, que en ciertos momentos puede padecer de una intepretación poco natural. Pero el resto es ver las cosas tal y como son, tal y como suceden, aunque a veces cuesta distinguir lo que es realidad de lo que es ficción. Si la en algún momento te parece lenta o que no desarrolla, no te preocupes: es que es así. La vida en esos parajes transcurre a esa velocidad.

En 'Arraianos' se nos muestra una realidad a la que nunca nos acercarán las producciones estadounidenses. Ni siquiera en producciones españolas... me estoy acordando de 'La vida que te espera' (2004) de Manuel Gutiérrez de Aragón, donde se muestra el día a día de un ganadero pasiego, pero es eso es ficción y esto no, salvo cuando intencionadamente lo es.

En definitiva, no es una obra orientada a entretener. Es una obra orientada a conectar al espectador con los 'Arraianos' y a ser trasladado a un espacio-tiempo que para un urbanita, quizá sea difícil de creer que exista hoy en día.
Ortofon
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2
30 de septiembre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay poco que decir respecto a este largo-metraje. El problema es precisamente ese: que demasiado largo cuando quizá debiera ser un corto.

Técnicamente es pésima: La fotografía es muy deficiente o no existe. Parece que haya sido rodada con luz natural o con la luz que había ese momento en el interior. Dice ser grabada en 16mm. No se aprecia la calidad de la película, hay algo en la cadena flaquea: puede ser la calidad de las lentes usadas o un fallo en el proceso de telecinado. La cámara se mueve demasiado. A mi juicio hubiera sido más efectivo cambiar la 16mm por una DSLR un poco potente con un sistema de steady cam y ofrecer mejor calidad y estabilidad en la imagen. Eso o contratar a un operador mejor.

El nivel interpretativo de los actores está al nivel de los recursos técnicos. Bueno, quizá un poquito por encima. Hay ciertos diálogos tan sonrojantes que sólo le hace falta un 'break' de batería para ver si el espectador pilla el 'gag'.

Lo más salvable es la banda sonora de Aaron Thomas, sobre todo los pasajes instrumentales que por lo general suelen casar muy bien con las imágenes de los paisajes.

En resumen: Hubiera sido mucho mejor haber cogido todo el presupuesto y hacer un corto más que digno con mejores actores, mejor iluminación y mejor equipamiento de rodaje. Todos saldríamos ganando. El equipo artístico y el público.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ortofon
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6
20 de octubre de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno se confiesa fan de la música de antaño, de las orquestas de Benny Goodman, Glenn Miller, Tommy Dorsey, Count Basie y Duke Ellington entre otras tantas, amén del Modern Jazz y otros estilos derivados. A ésta se le añadían dos razones más: que concurría a la sección oficial nacional del festival, por lo que había ganas de ver productos de aquí y la curiosidad por ver cómo niños de entre 6 y 18 años le pegan al swing de una manera increíble.
Tras la una dilatada presentación por parte del director Ramon Tort y de un emocionado Joan Chamorro, director de la Sant Andreu Jazz Band (SAJB en adelante), comienza la proyección del documental. Imágenes del afinador de pianos dejando el instrumento a punto para 'El' concierto en el Palau De La Música del que tanto se hablará en la cinta, se alternan con los títulos de crédito iniciales y otras imágenes de los chicos preparando sus instrumentos antes de pisar el escenario. El montaje del documental da bastante juego, por un lado los ensayos en conjunto y los individuales, un mano a mano director-alumno. Por otro lado, tenemos las imágenes de las actuaciones en directo, las del concierto en el Palau de la música y el concierto en las pasadas fiestas de la Mercè.
Un combinado de buena música con el día a día de los chicos y chicas aprendiéndose las partituras en casa, el esfuerzo de afinar cada nota, interpretar correctamente los matices y aún así sin olvidarse de que no son músicos profesionales.
Hasta aquí uno podría pensar que este ha de ser un documental magnífico, sin embargo hay un problema de planteamiento. O de título. Y es que el protagonismo que adquiere Joan Chamorro a lo largo del metraje es tal, que debería re-titularse: "A FILM ABOUT JOAN CHAMORRO". Por una parte existe la dualidad, de tal y como se comenta en la cinta, que los niños no van a estar toda la vida formando parte de la SAJB, con lo cual son protagonistas efímeros pero por otra parte, ellos son los músicos y ellos deberían ser los protagonistas, que lo son. Pero para mi gusto, el Tort se recrea con muchos minutos de Chamorro tomando el sol, mientras los niños juegan al fondo en una piscina o tocando el saxofón en su casa, o comiendo con un músico norteamericano… Se puede aceptar que como director de la banda tenga un papel destacado, pero en mi opinión es excesivo, considero que es más importante la vida de los niños dentro y fuera de la SAJB que la del director, por mucha importancia que tenga en el resultado final.
Al margen de discusiones personales, también hay cosas mejorables en cuanto a la forma, ya que muchos diálogos, sobre todo de profesores con alumnos resultan ininteligibles y ni siquiera están subtitulados, eso sí, la toma de sonido de los conciertos es impecable.
Exceptuando estos dos últimos puntos, por el resto es correctísimo: buena imagen, buen montaje, resulta un documental entretenido de ver, que eso es lo que al final la gente quiere.
De hecho se ha llevado el premio al mejor documental en la sección oficial nacional. Por algo será.
Ortofon
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I Am Trying to Break Your Heart
Documental
Estados Unidos2002
7,3
182
Documental, Intervenciones de: Wilco, Jeff Tweedy
10
20 de octubre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Créditos de apertura sobre fondo negro y unos ruidos de fondo. Lo siguiente que vemos es a Jeff Tweedy susurrando a un micrófono SM7B (el mismo que usa "Chris por la Mañana" de Doctor en Alaska) los primeros versos de "Poor Places". Así comienza otro de los 'clásicos': I Am Trying To Break Your Heart, un documental del que sospecho que ni su propio director se imaginaba que tendría un culebrón de tal tamaño entre sus manos cuando empezó a filmar las primeras sesiones de grabación del Yankee Hotel Foxtrot. Todo comienza sobre ruedas, en apariencia. Wilco están encerrados en su Loft de Chicago preparando su siguiente álbum. El proceso está siendo bastante distendido, entre bromas y cierto sentido de alivio por parte de Jay Bennett al confesar que nunca había trabajado tan mano a mano con Tweedy ni le habían dado tanta manga ancha desde la discográfica para hacer lo quisieran y sin presiones de plazos de entrega. Aparentemente. Tom Margheritta, su mánager también es optimista. Habla sobre lo bueno que va a ser el nuevo álbum y adivina un futuro brillante para la banda "vamos a subir un peldaño más", dice. Aunque en uno de los conciertos que da Tweedy en solitario ya se puede vislumbrar la manada de pirañas lameculos que pueden llegar a ser los representantes de la discográfica que van a visitarle al camerino tras la actuación. Con lo que no contaban los de Chicago ni su mánager es que los cambios en la cúpula de Reprise, su discográfica hasta la fecha, los iban a condicionar para el resto de su carrera. Los nuevos jefazos quieren oír los resultados y el grupo se ve obligado a terminar las grabaciones en el Loft para dirigirse al estudio y así acabar de mezclar el disco. Delante de la mesa de mezclas surgen las primeras tensiones entre Tweedy y Bennett. Los flamantes cabecillas de Reprise oyen el disco y no les convence. Les dicen que no se lo van a editar. Así que la banda, antes de editar el álbum empieza a ensayar y a hacer una pequeña gira.
Las diferencias entre Tweedy y Bennett que en origen era co-productor del álbum aumentan al enterarse el segundo, que el primero le pasa las cintas a un amigo productor (Jim O'Rourke) para que las remezcle. Esto es la gota que colma el vaso y Bennett es despedido. Finalmente, Wilco consiguen que Nonesuch records (filial de Warner, al igual que Reprise) les edite finalmente el Yankee Hotel Foxtrot. El álbum es un éxito y todos están contentos… menos Bennett, que se siente traicionado y opina que lo echaron porque Tweedy veía peligrar su liderazgo dentro de la banda.
Sam Jones, director de la cinta, nos ofrece un documental en riguroso blanco y negro (lástima que no se haya editado -todavía- una copia en HD), montado en orden cronológico de la sucesión de los hechos y con un sonido impecable. Todos los astros parecieron alinearse para que Wilco pasasen tantas penurias, pero sin embargo a Sam Jones le cayese en las manos una cantidad de carnaza digna del más trágico de los dramones.
Ortofon
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