Excelente film de Alexander Payne, basado en unos paisajes de lujo, una historia que engancha y unos actores amoldados perfectamente a sus papeles.

Paul Giamatti, se mete perfectamente en el roll de hombre de mediana edad recién divorciado y que intenta refugiarse en su gran pasión, los vinos, para no pasar página en su vida. El segundo, Thomas Haden Church, un antiguo actor de telenovela de capa caída, que esta apunto de casarse con una joven y rica mujer. Sandra Oh y Virginia Madsen, son dos camareras, una madre soltera y otra una recién divorciada con ganas de empezar una nueva vida.

Todo empieza cuando ambos amigos se reúnen en la última semana de soltero de uno de ellos para hacer el viaje soñado por el otro, un viaje por las zonas vinícolas más importantes de Norte América. Allí conocen a 2 cameras cuya intromisión en el viaje hace q varíen su forma de afrontarlo.

Sin duda alguna una película americana de las que no nos llegan, actores poco conocidos para el público en general pero de excelente calidad, un bajo presupuesto, unos maravillosos paisajes y lo esencial una sensacional historia.

No seré yo quien ponga en entredicho la genialidad de Lynch en otras películas como "Una historia verdadera" o "carretera perdida" (ambas altamente recomendables).

La verdad es que a mi me gusta entender lo que estoy viendo, saber que es lo que ocurre o tener una idea, aunque sea desacertada, de lo que va a ocurrir. En este film no tienes ninguna pista, ninguna escena que esté encadenada a la siguiente, simplemente bifurcaciones que no llevan a ninguna aclaración, que es como no tener nada, absolutamente NADA que te haga entender lo que estas observando. Lo único que te puede hacer seguir viendo el film es la idea de que el final me solucione los hechos anárquicos que Lynch expone, pero por desgracia no es así. El final es otro hecho desordenado, fuera de lugar, desconcertante e incluso desesperante.

Sinceramente, calificar este film de obra maestra me parece altamente arriesgado por no decir descabellado, posiblemente sean unos pocos elegidos los que lleguen a entender lo que David Lynch quiere expresar, a ellos, los elegidos, los felicito, al resto sólo decirles que pagar con tres horas de nuestra vida viendo esta película quizás sea demasiado caro.