Principios de los noventa. Felizmente casados, y padres recientes, una pareja comienza una nueva etapa en los alrededores de una gran ciudad californiana. Su vida profesional les obliga a tener que echar mano de una agencia de niñeras, la cual les proveerá de varias candidatas. La elegida es una mujer tan encantadora como extraña.

No estamos ni de lejos ante un gran filme, no hay (o no parece haber) grandes talentos detrás de este trabajo, ni en cuanto a técnicas, ni en referencia a soluciones de guión o interpretaciones. Tampoco ante una historia especialmente fascinante. Pero lo que no se puede negar es la peculiaridad, la diferenciación ante filmes del género predecesores, y la quizás inspiración para con películas posteriores.
En ella se funden el terror sobrenatural y el suspense de lo cotidiano, el hecho de que el individuo más amado y vulnerable de una familia pueda sufrir cualquier daño, e incluso algo peor.
Todo gira en torno a la espectacularidad del desenlace y del verdadero peligro que entraña la antagonista, sin sacar mucho jugo de sustos o dilemas. El meollo de la cuestión está en esperar a que lo que parece que puede ser una situación tranquila se convierta en una pesadilla con la que nadie contaba, y, desde luego, ahí sorprende. Con un ritmo que va de más a menos, sin encayarse, apoyándose en un despliegue de medios relativamente escaso, en unos personajes casi sin matices, y sobre una apreciable atmósfera oscura y con cierta magia que le da algo de empaque al producto final. Hay varias escenas que funcionan como aportes interesantes, o que ayudan a entender por donde van los tiros de la propuesta. Sin espoilear voy a decir que merece la pena aplaudir el trabajo con animales salvajes en un par de partes de metraje, y que en otras se nos infundirá cierto mal royo, sobre todo en la parte final.
En conclusión, sin alardes, ni riesgos, yo creo que es una peli que supera el aprobado, que no nos fascinará, pero de la que no nos olvidaremos. Lo que da no es mucho pero sirve para aprovechar 90 minutos de nuestra vida con un poco de terror liviano.

Una chica, adolescente aún, y de cautivadora belleza llega a Los Ángeles dispuesta a sacar partido de su aspecto y su juventud, como modelo. Sus cualidades externas despertarán sentimientos de atracción y antipatía, que se irán acrecentando hasta límites insospechados, en el caso de estos últimos sobre todo.

Las películas de este director no son especialmente fáciles de definir, contando además con que, para el espectador más racional o convencional, tampoco son fáciles de digerir.
The Neom Demon, pienso, es el máximo esponente de ambas peculiaridades.
Nos sumerge en una historia que ya conocemos por muchos otros films. En los que la ambición, la belleza, la superficilidad y los celos son la química de una trama bastante sencilla. Y lo hace profundizando en la estética, proponiendo una narrativa líneal, y aplicándole un alto grado de poesía visual.
De esta forma puedo decir que la película gana intensidad, brillo, queda dotada de un halo y un apariencia personal, cuidada, compleja incluso. Lo que sucede nos embruja un poco, nos parece más fuerte en cuanto a sensaciones, pero también nos empacha bastante. La banda sonora es contínua, simétrica, haciéndonos gravitar entre unos planos visuales canónicos que se mezclan con el preciosismo y el resplandor de neon -al que nos induce el título- de otros, ambientando y reluctando quizás en demasía.
Porque el resplandor, el vigor, y la visceralidad de este ejercicio artístico es lo que se impone, sobre un historia que no está mal contada, que seduce en su inicio, pero que pierde interés en los últimos tramos. Y es eso de lo que más adolece, de profundidad en lo que se cuenta, o puede que toda la sensibilidad y energía se la haya llevado la parte menos funcional, y más orgánica.
Personalmente no me ha entusiasmado, pero me adapto a su ritmo, y me agradan sus formas fluidas y bestiales. No pienso que se quede en un simple ejercició visual, o que el argumento sea una excusa, sin embargo da la impresión de que es una película hecha como una necesidad para el director, pensando muy poco en la aceptación de segundas personas. Y eso no está mal como propuesta de originalidad, pero se queda pequeña en lo didáctico.
En resumen, buen trabajo del apartado técnico y sonoro, excelentes interpretaciones de todo el reparto, con un historia poco novedosa y con varias escenas a recordar, ya sea por su crudeza sin concesiones, o por su caracter ambiguo. Más cerca del 6 que del 5 sobre 10.
Por mi parte, espero el próximo trabajo de este autor