Si alguien espera con esta película aprender algo de la vida de Steve Jobs, puede sencillamente ahorrarse las dos horas. El difunto fundador de Apple, genial, polémico, a veces adorable, a veces irritante, sólo aparece durante los 10 primeros minutos de película para vendernos un iPod. El resto del tiempo es una caricatura, una sombra.... y lo peor posible en una biogrfía: Una incógnita. Es imposible entender, viendo esta película, que hizo Jobs ni porque lo hizo... No nos cuentan nada de sus motivaciones, no entendemos sus manías, sus raíces, sus relaciones con otros genios como Wozniak, Markkula, Lasseter o Paul Rand quedan reducidas a esquemáticas conversaciones sin apenas sentido. Su complicada vida familiar pasa casi desapercibida, sus convicciones y creencias son sistemáticamente ignoradas. Si al menos todo esto sirviera para contar una buena historia sobre Apple, una compañía clave para entender el mundo actual, todavía se podría deducir que el único error había sido la elección del título. Pero no es el caso, es imprescindible conocer de antemano la historia de la compañía y del desarrollo de los ordenadores personales en las últimas décadas del siglo XX para poder entender la película... En serio, quiero que me devuelvan mi dinero