Antes que nada aclarar que del Batman de Nolan no tiene absolutamente nada, por si acaso el hecho de que su nombre salga en los títulos de crédito y de que se trate de un superhéroe os había supuesto una motivación a la hora de ilusionaros con esta película o de esperaros algo más de ella que de la fallida Superman Returns de Bryan Singer de hace unos años.

Para empezar la película trata la historia de forma completamente superficial, quiere contar muchas cosas en muy poco tiempo (el poco tiempo que le permiten las luchas, peleas y demás artificios), y al final te deja la sensación casi constante de que te faltan datos por todas partes, de que te has perdido algo.

Las peleas son caso a parte, Zack Snyder pasa de 0 a 100 cada medio minuto, de una conversación "profunda" típica-clásica-básica a una escena apocalíptica con la consiguiente demostración de poderes de Superman o una lucha más propia de Dragon Ball Z que de otra cosa (si con cada puñetazo no revientan 3 edificios es que el golpe no ha hecho daño, y además abusando una y otra vez de este tipo de escena hasta la saciedad).

El guión flojea en muchas ocasiones, todo predecible en todo momento, se le da protagonismo a Lois Lane de forma gratuita en según qué escena (ver spoiler*), un Michael Shannon que no llega a infundir respeto en ningún momento, pero más que nada con el modus operandi de "los malos", haciendo cosa sin sentido tras cosa sin sentido, alargando una trama, que como ya he comentado antes, se basa en peleas y efectos especiales, y explosiones, sobretodo explosiones, todo explota, o es susceptible de hacerlo, a lo bestia a poder ser.

En fin, que la película entretiene los primeros 40min, y empieza a verse el plumero a partir de ahí para acabar aburriendo sobremanera. Aún queda la esperanza de que en las presumibles secuelas se ponga el bueno de Christopher más a los mandos, o de que a Zack Snyder no se le caliente el hocico con tanto dinamitar ciudades, o al menos algo más de trama...

En definitiva, a mi me gustó mucho más el trailer, que nada tiene que ver con el film que vende.

Brad Anderson y Netflix nos traen una película que ya has visto, con ínfulas de thriller psicológico, que te lleva en todo momento a exactamente donde sabes que se dirige.

En lo personal este director no me convence. Aunque creo que hacer una película de suspense que sorprenda al espectador a día de hoy es complicado, hay que decir que en Asylum en cierto modo lo logró, pese a tampoco ser una buena película (lo mejor Ben Kingsley). Quizá de su filmografía se salva El Maquinista, más conocida por el cambio físico de Christian Bale que por la película en sí. El resto se limitan a películas con premisas interesantes pero con mediocres desarrollos de las mismas. En Fractured no funciona ni la premisa.

Sam Worthington, en el papel de padre y marido paranoico está decente, pero no me dice gran cosa.

En definktiva, una más de esas películas de sobremesa de las que el catálogo de Netflix está lleno, y que no son más que una pérdida de tiempo.

Prescindible