Sí, eso es lo que nos muestra esta película. Una sociedad violenta, machista, desalmada, sin corazón, sin principios. Lo cierto es que me he sorprendido al ver que había salido de mentes falangistas. Vaya que sí. Y ahora que venga Leon de Aranoa con sus inmigrantes, sus prostitutas o sus parados a darnos lecciones. No nos hacen falta. Si vemos esta película sabemos cómo empezó todo.
Él mismo director ya nos dice desde un principio que no es simbólica, pero sí posible. Y es que, eso que vemos, era España - y me pregunto hasta qué punto ha cambiado.
Nos expone una sociedad donde los ricos son muy ricos y los pobres son muy pobres. Donde las personas apenas ganan para comer y tienen que vivir empaquetadas en pisos minúsculos. Donde los padres y los maridos pegan unas palizas a sus hijas y esposas por menos de nada. Donde la mujer se interesa únicamente por aquel que le puede comprar unas medias de seda. Donde la gente se preocupa, en una situación en la que eso es en lo último que importa -y no digo nada, porque sería spoiler- por el maldito "qué dirán".
Una sociedad, en definitiva, de mie*da.

Sí señor. Una serie española a la altura de cualquiera de fuera. No sé si es una copia de una americana; a decir verdad, tampoco me importa.

Es una serie excelente porque las actuaciones son buenas, porque el guión es de calidad y cínico, porque la han hecho gente que sabe, y porque, en el fondo, dice todo lo que todo el mundo piensa de una manera tan honesta que se convierte en cruel.

Y si eso es a lo que nos lleva el imitar a los americanos, bienvenido sea.

Entiendo que haya mucha gente a la que le ha decepcionado la serie, pero he leído algunas críticas que tal vez se han excedido.

Museo coconut NO es "La hora chanante" ni "Muchachada Nui". Muy bien, ahora podemos seguir con la crítica.

Como serie de humor absurdo, es genial. No olvidemos que, como he dicho antes, no es como las series anteriores de Joaquín Reyes y cía, así que no esperemos ver lo siguiente:

- Marcial y sucedáneos,
- Enjuto y sucedáneos,
- todos los personajes de las otras series y sucedáneos.

Teniendo esto en cuenta, podemos disfrutar de ella como otra serie con humor absurdo cualquiera, de las que, por cierto, no abundan tantas. Los episodios tienen un argumento -algunos mejores, otros peores- y toques de guión ingeniosos. Hay unos personajes fijos, y todas las situaciones se mueven en la temática del museo.

Ya está, superado lo de muchachada, a disfrutar.

La verdad, le doy este 5 por dos razones:
1. por las cuestiones técnicas: todo muy logrado, desde fotografía hasta actuaciones.
2. la presión de ver que la película tiene de nota media un 7,6 y pensar que tal vez yo sea un tarado sin sentimientos. Mira, así es la vida, me imagino que a veces nos da miedo mostrar personalidad y romper las normas.
Las razones por las que no me ha gustado son muy simples. Para empezar encuentro que es excesivamente cursi. Amelie no fue especialmente de mi agrado, pero las escenas psicotrópicas ultrasentimentales estas que se montan los del país vecino, al menos, venían algo más a cuento que aquí -aunque tampoco no mucho. En referencia al argumento: bien, ya sé que la gracia del cine es soñar un poco, pero es que aquí se pasan. En él podemos encontrar desde madres que van a cascarla y le dicen a sus niños que se van a volar, a padres que no se vuelven a hablar con sus hijos sin dar razones convincentes -y en lo que tampoco se ahonda más durante la película- o viajes desaforadamente surrealistas en momentos clave del filme.
En todo caso, además, para que no me guste también ha contribuido el hecho de que durante la visión me haya sentido como un maldito desgraciado al pensar que yo jamás he tenido, ni tendré, una historia de amor tan intensa con nadie: y es que el mundo, señores, iría mucho mejor si todo fuera como en las películas.

Me da pena que esta serie sólo se haga en catalán y que no puedan disfrutarla en el resto de España. Tiene momentos de humor inteligente y auto-paródico: es cómo si los modernos se rieran de ellos mismos de una manera realmente jocosa.

Juanjo Sáez, además, de quien no me gustan especialmente su historietas de la Rockdelux, hace un trabajo magnífico con estos sencillos -pero tremendamente expresivos- dibujos.

Un 7, y puede e incluso mejorar si no decae el ritmo de la serie.

PD. Geniales guiños a la música indie, internacional o patria: lou reed, los planetas, joy division, manos de topo, joe crepúsculo etc. y sobre todo: el gran dj de mierda.