La verdad, le doy este 5 por dos razones:
1. por las cuestiones técnicas: todo muy logrado, desde fotografía hasta actuaciones.
2. la presión de ver que la película tiene de nota media un 7,6 y pensar que tal vez yo sea un tarado sin sentimientos. Mira, así es la vida, me imagino que a veces nos da miedo mostrar personalidad y romper las normas.
Las razones por las que no me ha gustado son muy simples. Para empezar encuentro que es excesivamente cursi. Amelie no fue especialmente de mi agrado, pero las escenas psicotrópicas ultrasentimentales estas que se montan los del país vecino, al menos, venían algo más a cuento que aquí -aunque tampoco no mucho. En referencia al argumento: bien, ya sé que la gracia del cine es soñar un poco, pero es que aquí se pasan. En él podemos encontrar desde madres que van a cascarla y le dicen a sus niños que se van a volar, a padres que no se vuelven a hablar con sus hijos sin dar razones convincentes -y en lo que tampoco se ahonda más durante la película- o viajes desaforadamente surrealistas en momentos clave del filme.
En todo caso, además, para que no me guste también ha contribuido el hecho de que durante la visión me haya sentido como un maldito desgraciado al pensar que yo jamás he tenido, ni tendré, una historia de amor tan intensa con nadie: y es que el mundo, señores, iría mucho mejor si todo fuera como en las películas.