Es una serie bien llevada, no cae en el aburrimiento aunque, paradójicamente, puede hacerse pesada en breves momentos, aunque se repone rápido cada vez que ocurre.
Las actuaciones de los protagonistas son sobresalientes.
Nos adentramos en la historia de una profesora de 30 y pocos con su alumno de 18. Ambos se atraen y la profesora, que está cansada de su vida anodina y convencional, decide dejarse llevar de forma más que criticable.
La serie trata el tema del estupro desde una perspectiva diferente. No te hace ver nada como evidente, lo cual es de agradecer. Tú mismo vas a plantearte las cuestiones y los hechos. Incluso si es estupro o una relación consentida pero reprobable por tratarse de una profesora con su alumno colegial pero de 18.
Por supuesto, veremos las consecuencias que tiene toda acción en la vida. Todavía más cuando, quizás, no tienes la madurez ni el bagaje suficientes... Es estupro entonces, ¿o no?

A pesar de mi reticencia inicial, decidí ver la serie (¿debería decir telenovela?) porque había tenido críticas positivas y, quizás, mi intuición me fallaba. Nada más lejos de la realidad.
Un reparto bueno con algunas estrellas emergentes españolas y algunos actores consagrados (Carmen Maura, Ernesto Alterio...) que desde hace años no tienen un buen papel. En definitiva, una buena materia prima que con un guion medio solvente y una dirección aceptable puede hacer milagros.
La decepción empiezas a verla cuando ves que, desde su inicio, hay muchos detalles que no cuidan y las situaciones tan forzadas que se dan (¿en serio pretendes contarme que la homosexualidad estaba condenada y perseguida y me pones en un Club de Tiro de señoritos a dos chicos anormalmente pegados junto a insinuaciones descaradas proferidas delante de todos?). Ni que decir tiene que la serie está politizada al máximo, como todo ahora.
Le pongo un 3 porque, en su intento de parecer una obra maestra, el resultado es ridículo al no saber si estás viendo una telenovela con acento español peninsular. Otro quiero y no puedo.

No entro en las cuestiones históricas ni culturales de la época que, no es que se salten a la torera, sino que, literalmente, ponen una sociedad actual disfrazada (licencias artísticas, supongo).
Lo que sí puedo comentar son las pésimas actuaciones, destacando la del propio Zorro, Miguel Bernardeau. Es el peor con diferencia a quien parece quedársele grande el personaje con una puesta en escena torpe y nada natural.
Las buenas reseñas vendrán de una campaña de marketing exitosísima porque, de otra manera, no se entiende.
Una pena cargarse un personaje tan carismático y querido de esta manera.

Decir que la película te roba 2 horas de tu vida es quedarse corto.
Ya desde el principio te das cuenta de que la película es floja y mala, pero no puedes hacerte ni una mínima idea de la locura estúpida e increíble que viene después.
Te quedas siempre esperando el giro final porque, al menos, la película se "salvará" de cualquier modo.
De verdad, lo peor que he visto en los últimos años.

Tanto la primera como la segunda temporada son, en esencia, lo mismo.
El presentador, que presentan como un investigador reputado, relata los casos y parece siempre encontrar nuevas pistas, 30 años después del crimen, que la policía no encontró. Después te enteras que la policía ya contaba con dicha información y la descartó por múltiples razones.
Te hace ver que descubre América mientras la señala en un mapa...
Es pura morbosidad que te lleva a creer que puede resolver el caso hasta el último momento donde deja de nuevo todo abierto pero con un soliloquio que, supongo, pretende ser shakespeariano y no llega ni a ser una parodia del inglés.
Los casos son interesantes y muy particulares, haberlos presentado como una serie más sobre casos sin resolver hubiera sido mejor que está pantomima egocéntrica.
Una verdadera falta de respeto para las víctimas y familiares.