Con Klaus, es la segunda vez que una película de animación española es nominada a los Oscar ,la primera sería “Chico y Rita” en 2011 que acabaría viendo como le daban la academia le otorgaba la estatuilla a “Rango”. En esta última edición de los Oscars 2020 se repite la misma historia, con otra candidata, aunque esta vez no es que le hayan dado el Oscar a “Toy Story 4”, si no que, más bien se lo han regalado. Me queda la sensación de que este regalo se basa en que los votantes de los Oscar no quieren tender el brazo ni a las producciones de Netflix, ni reconocer el talento español. Además me queda la sensación de que, el criterio de evaluación en esta categoría se trata de un “Quien tenga mejores renders y la animación más realista gana”. Y es esta tendencia el punto de mi enfado, al ver como año tras año se premia reiteradamente la misma técnica, una y otra vez. Y no quiero simplemente convertir esta crítica en una carta de odio a “Toy Story”, que históricamente ha hecho obvios méritos de sobra para estar en el podio, pero lamentándolo mucho para los fans de Disney, “Klaus” está mucho por encima. Arrasó totalmente en los Annie -los Oscar de la animación - donde saqueó la mayoría de las categorías , llevándose 7 de ellos y convirtiéndose en una de las películas más premiadas en la historia de estos premios.

En la película encontramos a Jesper, hijo de un importante hombre que dirige el principal servicio de correos del país, es enviado por su padre a Smeerensburg una remota isla congelada, llena de salvajes habitantes que tratan de matarse unos a otros, para que este espabile y salga del confort de la vida acomodada que lleva. Allí se encuentra con Klaus un carpintero que vive aislado de la maniática convivencia de sus vecinos en una cabaña repleta de juguetes. Jesper y Klaus comenzarán a colaborar para tratar de llevar la alegría a Smeerensburg.

He de decir, que nunca me ha convencido totalmente la temática navideña y cuando estaba por ver “Klaus” este prejuicio a películas de esta índole minaba mis ganas. Pero a los pocos minutos de su visionado ya estaba pegado a la pantalla, dejándome llevar por el original y excelente guión de Sergio Pablos así como de unos personajes muy bien construidos, brillantes y amistosos. Desprende una atmósfera realmente mágica durante todo el relato. Su estilo de animación clásico , que recuerda al viejo Disney antes de comenzar con el 3D y sus colaboraciones con Pixar. Y no es de extrañar , pues Sergio Pablos estuvo trabajando para Disney varios años , colaborando en el desarrollo de personajes de películas como “El jorobado de Notre Dame”, “Hércules”, “Tarzán” o “El planeta del Tesoro”. Ahora es cuando comprendemos el porque de la magia que nos transmiten los personajes de “Klaus”.
Además los personajes están acompañados de movimientos que los dotan de mucha fluidez , sobre todo el personaje de Jesper al ser que tiene el carácter de patoso en la obra. Además elementos como la nieve está maravillosamente diseñada y dibujada, cobrando vida como un personaje más desde la primera vez que nos la encontramos en pantalla. Estos detalles dotan de mucha vida a la cinta.

El mensaje también es realmente conmovedor, haciéndonos ver como los adultos vamos perdiendo la felicidad, la inocencia y la empatía. Mientras que los niños mantienen esta visión que tanto hemos olvidado, recordándonos que debemos apartar nuestras diferencias con los demás. Y es que , al final es lo que más enternece en esta historia, cada acto está motivado por la inocencia de estos pequeños y es realmente el hilo conductor del relato.

Una gran película de animación hecha para entretener a los más pequeños, pero sabiendo hacer reflexionar a los adultos ,reencontrándonos con nuestro yo más niño. Ha dejado a primer nivel internacional a la animación española , que tantos años ha estado labrándose su reconocimiento, no podemos olvidar la labor de películas como "O Apostolo", la mencionada "Chico y Rita", "Arrugas", "Psiconautas: Los niños olvidados" o "Nocturna" que han contribuido a poner nuestra industria en el lugar que le corresponde. Indudablemente la película más fresca y original , en cuanto a animación, de 2019.

Dirección: 8
Guión: 8
Animación: 8
Estilo: 8
Originalidad: 9
Diseño de Personajes: 9
Tratamiento Visual: 8
BSO: 6
Color: 7
Simbolismo: 9
Nota Final: 8,0

Sin lugar a dudas el anime que más me ha gustado de todo 2019, muy auténtico y original. Shuhei Yabuta muestra una impresionante habilidad en su primera obra en solitario, haciendo un gran trabajo adaptando la creación de Makoto Yukimura en el manga, dando vida a los personajes - seleccionando valiosamente a sus dobladores- y a la terrible atmósfera de violencia por la que se mueven. En “Vinland Saga” todos los personajes están valiosamente cuidados puesto que son los transmisores de un carácter del ser sobre el que gira la trama, la fé.

Lo más original que se plantea en “Vinland Saga” es la ambientación , pues encontramos muy pocos animes que se sitúan el periodo histórico del medievo, -podemos acordarnos la brillante “Berserk” en este apartado – de la forma en la que lo hace la presente obra, pues emplea acontecimientos y lugares que aportan gran coherencia. De esta forma la temática – que no suele tener cabida en las producciones de animación japonesas – se dispone totalmente funcional con su estilo.

Es de aplaudir el escaso uso de 3D para representar las batallas que cuentan con un gran número de personajes – tendencia muy empleada actualmente – por lo que su valor , tanto a nivel de dibujo como a nivel productivo gana mucho galardones.

Su BSO es el apartado que veo más distanciado de la idea y el tono general, puesto que – personalmente – extraño sonido e instrumentos más rúnicos y solemnes. Pese a esto es un anime muy auténtico, que se disfruta a lo largo de todos los capítulos y que al final de su primera temporada seguramente nos deje con ganas de saber como seguirán progresando los personajes (menos los lectores del manga).

Este es uno de los fuertes de “Vinland Saga”, el diseño de personajes , pues la personalidad de los mismos muta según su contexto y experiencias a las que se enfrentan, esto aporta un maravilloso trasfondo que busca los caminos de lo existencialista, lo ideal, lo religioso y ,como no, la condición humana.

Thorfin y Canuto , protagonistas, son las dos caras de una moneda , cuando la confianza de uno aumenta vemos como el otro sufre una depresión en este carácter, esto los irá situando paulatinamente como eje central.
Tampoco somo capaz de encontrar un antagonista claro, pues la moralidad de los personajes es ciertamente inexistente y cada uno emplea sus motivaciones para justificar sus acciones. Encontramos que los personajes son productos de la guerra, productos de la tradición brutal del ser humano, por lo tanto no son del todo culpables de su estilo de vida, simplemente viven según las creencias que les han inculcado sus predecesores. Quien sea capaz de escapar de estos sangrientos hábitos, será el guerrero definitivo. Al fin y al cabo no hay mayor guerrero que el que es capaz de enfrentarse a los desafíos de la vida sin necesitar de empuñar una espada. Los instrumentos para ello son la mayor incógnita a la que se enfrentan nuestro protagonistas.

Dirección: 8
Guion: 8
Animación: 7
Estilo: 7
Diseño de Personajes: 9
Simbolismo: 8
BSO/Sonido: 6
Color: 7
Originalidad: 8
Ambiente Representado: 8

Nota Final: 7,5

Poderosa ópera prima de Dan Gilroy que plantea un oscuro retrato de la sociedad mediática, dónde se critica un sistema en el que la gente pasa por encima a los demás con tal de alcanzar la cima en la que se creen abrigados.

El personaje interpretado por Jake Gillenhaal es Lou Bloom, un inadaptado que, empleando las técnicas de ladrón, comenzará a grabar vídeos de noticias para adentrase en el mundo de los informativos televisivos. La trama en su totalidad se centra en la inteligente, aunque trastornada, mente de Bloom en cuya psicología podemos apreciar la influencia de la masa social. El personaje es una persona con ciertos problemas de integración social y, en cierta forma, es un monstruo creado por ella.

Dan Gilroy no se podría haber estrenado de mejor forma. Además de crear un personaje redondo, el guion tiene un alto contenido crítico, sobre todo en el marco mediático a la
que se enfoca directamente, y el desarrollo de ambos está muy bien conducido. Aunque la propuesta fotográfica, pese a no tener apenas pegas, por momentos llega a ser muy monótona por la poca variación de sus dominantes y es lo único de lo que se puede decir que no progresa con la película.

Las persecuciones no acaban de ser del todo verosímiles pero son necesarias para recalcar la ansia del humano por obtener su preciado botín, encajan, en parte, al dar momentos de acción a este thriller, pero no acaban de pegar en el tono de la película.

Pese a esto una película muy gratificante, ya sea por la excelente actuación de Gillenhaal, que sin querer pretender ofender a Dan Gilroy es lo mejor de la película, o por la sinceridad con la que ejerce la crítica puesto que no oculta nada de lo que quiere mostrar. Un gran trabajo.


Dirección: 9
Guión: 8
Interpretaciones:10
Fotografía: 6
Montaje: 7
Diseño de Producción: 7
Diseño de Arte: 8
Sonido: 7
Mensaje: 9
Originlidad: 8

Nota Final: 7,9

Bon Jon-Hoo se corona con Parasite a nivel internacional, siendo la primera película ,desde 1955, en ser ganadora de la Palma de Oro en Cannes y el Óscar. Se consagra como uno de los grandes realizadores del siglo, magnífico mezclador de géneros y alcanza el reconocimiento que ya se había ganado en “Memories of Muerder”(2003), “The Host”(2006) y “Okja”(2017).

Parasite ha sido sin lugar a dudas la película del pasado 2019,haciendo historia con sus registros internacionales y desbancando a la industria Hollywoodiana en su propia casa, al llevarse cuatro Oscars (entre ellos: mejor película, mejor dirección, mejor película internacional y mejor guión original). Bon Jon-Hoo se ha impuesto a grandes iconos de la industria americana como Martin Scorsesse, Quentin Tarantino, Sam Mendes en uno de los años con más competencia de las últimas ediciones.

Pero pasemos a analizar la exquisita película de “Parasite”, que pude visionar allá por octubre mucho antes del hype con el que actualmente cuenta el coreano. En ella una familia pobre, de la cual ningún miembro tiene trabajo, comienza a integrarse paulatinamente en el seno de un familia rica,a través de su hijo mayor que empieza a trabajar como profesor particular de inglés para la hija mayor de la familia adinerada,el resultando es un choque entre clases que será el hilo conductor de toda la historia

Personalmente me quedé totalmente enganchado a la película desde los primeros minutos, donde se nos presenta a una extraña familia que intenta pinchar el wi-fi, imagen que me resulta ciertamente familiar.Desde estos primeros pasos en el visionado me fue imposible volver a apartar la mirada de la pantalla , la originalidad del relato, el juego de géneros y el preciso montaje enganchan en todo momento de la historia y mantendrá la curiosidad del espectador en todo momento. Solamente se quiere que la película avance y nos muestre como se van resolviendo las dispares situaciones que van surgiendo.

El guión va pasando por todo tipo de géneros, tiene componentes de humor negro, sátira, drama e incluso terror/gore en algún momento puntual. Esta forma de contar el relato recuerda a recursos taratinianos, y es de las principales virtudes de esta película. Nunca llegamos a imaginarnos lo que nos vamos a encontrar y sus giros son totalmente impredecibles, tanto a mitad de cinta como al final de la misma.
Las actuaciones son simplemente espectaculares, de forma que , en un registro coral existe mucha fuerza y energía interpretativa en las dos familias. Aunque particularmente me declaro fan de un actuación individual Song Kanh-Ho, padre de familia de clase baja, que es habitual en las producciones de Bon Jon-Hoo .

Una excelente película en todo sus sentidos, un relato con alto contenido social contado con gran agilidad de montaje y pureza visual.Es de entender que Bon Jon-Hoo sea el director de moda de este año, su película merecidamente ha hecho historia en todo el atlas y ha puesto las producciones de habla no inglesa en el punto de mira de la industria. Por fin el cine asiático es valorado como se merece.

Atentamente:
Gracias Bon Jon-Hoo

Guion: 10
Fotografía: 9
Interpretaciones: 10
Dirección: 10
BSO: 9
Originalidad: 10
Montaje: 10
Dirección de Arte: 9
Diseño de Producción: 9
Coherencia Interna: 10
Nota Final: 9,6

Es sin lugar a dudas con esta película que comenzó mi amor tanto por la animación japonesa como por este director, además de ser la que mejor hace ejemplo de esto cada vez que la visualizo. Es indescriptible para mi la sensación de revisualizar esta película, es como una vuelta a mi yo de niño a mis primeras emociones y primeras experiencias. Con esta película descubrí de pequeño la fantasía, la aventura, la magia. Me imaginaba millones de veces ser Ashitaka y enamorarme de un princesa Mononoke, hablar con Moro y demás Dioses del bosque.

Para mí Mononoke es algo más que un anime, es enseñanza pura sobre como tratar a los demás y a la naturaleza, del respeto por el entorno. Nos enseña que si observamos el mundo sin dejar que esta visión se filtre con odio podemos encontrar la verdadera naturaleza de las cosas.

Todo empieza con Ashitaka , un príncipe de un lejano pueblo del este maldecido por un demonio jabalí, antes Dios del bosque de nombre Okkoto, con una marca en su brazo que se irá expandiendo hasta matarlo. Para evitar su muerte deberá encontrar la raíz que envolvió al Dios jabalí en un odio, convirtiéndolo así en un demonio. A partir de aquí se emprende un viaje de fantasía arrolladora, con un marco temático indudable, la guerra entre la naturaleza y lo humano.

Junto a “Nausicaa del Valle del Viento” creo que es la película en la que vemos más notoria esta temática ecologista tan propia de Miyazaki , y realmente de Ghibli- aunque mejora un nivel más la propuesta anterior. Además por si había dudas, Hayaoi se consolidó con un autentico genio y referente de la animación japonesa. Un maestro capaz de dotar de absoluta vitalidad cada dibujo de la obra.

La historia derrocha originalidad por todos sus poros, además esta dirigida con un asombroso virtuosismo contando con un ritmo gratificante y totalmente elocuente con lo que está narrando. De la sensación de que la historia te envuelve como si fuera la propia fuerza de la naturaleza manifestándose ante uno. Todo está perfectamente medido y no encuentro absolutamente nada que sobre ni nada que falte en la obra.

El estilo es impresionan te y la manera en la que se mueven los personajes, las texturas de entes demoníacos, de la naturaleza, es como si realmente estuvieran dotados de vida. Miyazaki es un maestro precisamente por esto, crear imágenes repletas de detalles, acciones y movimientos totalmente realistas que dotan a sus personajes de carácter y una personalidad abrumadora. Ningún personaje se mueve igual a los demás, cada uno tiene su estilo, su técnica, su esencia. Con esto crea unos rasgos distintivos para cada personaje, lo cual convierte a Miyazaki y también en un excelente creador de personajes, no solo los humanos , si no también los Dioses y entes del bosque. Todos representan un carácter en sí mismo.

Principalmente creo que todo gira en torno a tres figuras, Ashitaka, San – La princesa Mononoke- y Lady Eboshi.
Ashitaka representa la bondad más pura un humano que trata de no interponer su odio en su visión para que esta no deforme la misma. Busca que el bosque y el humano convivan en armonía y es el único que no presenta ningún tipo de posicionamiento en el conflicto principal. Por otro lado, Mononoke resumiría el odio que el bosque le ha estado acumulando al ser humano por todos sus hechos y que quiere hacerse con la cabeza de Eboshi, para paliar el problema. Y por último Eboshi, la ferviente tendencia de los humanos de destruir todo a su paso para satisfacerse a sí mismos y como no , buscará acabar con los Dioses del bosque que son los únicos que frenan su expansión.

Menciona aparte para el clásico en las bandas sonoras de Ghibli, Joe Hasaishi – y realmente todo el departamento de sonido- que envuelve la pieza en un manto musical extraordinario, mágico acorde a la aventura que estamos viviendo y que complementa perfectamente el relato. Este apartado es el punto en el que la obra de Miyazaki consigue una ambientación perfecta, sin ella la película sería totalmente otra.

Una gran curiosidad de la película es que, cuando llegó a manos de Harvey Weinstein para distribuirla por Estados Unidos, este pretendía hacer algunos cortes para crear un producto más comercial (como bochornosamente había hecho con Nausicaa). Cuando Miyazaki se enteró de esto, hizo llegar al productor una katana que tenía grabado un mensaje: “Sin cortes”. Además de ser una gran anécdota, y lección al productor, también es una auténtica muestra de como el director tiene cada milímetro de su cinta calculado y medido, lo que me lleva a volver a repetir que cada momentos, cada segundo es absolutamente esencial para el desarrollo de la historia.

Es por todo lo anterior, que para mí es una película es tan especial, como un punto de inflexión en mi vida cada vez que la veo, gracias a ella vuelvo a contactar con mis raíces, cada vez que la veo quiero observar el mundo con la mirada desprovista de odio.