Y qué me dices de ese espía negro y cojo, la mejor elección entre todos los franceses blanquitos, ese "yo soy médico" justo en el momento necesario, esas formas de morir, esa biblioteca de palo...

Ya desde que empieza, con una música a un volumen que hizo que todo el mundo se tapara los oídos, se hace insufrible. Pero lo malo es el guión, un sin sentido sobre una chica que quiere ser madre y que ha pactado quedarse con un niño pero no se le ha ocurrido pensar en ninguna de las consecuencias, ni comprar un biberón, ni cómo se instrumenta legalmente ni nada de nada. No me sirve que había cambiado de idea.