El mayor aliciente que me ofrece este film es saber en un par de determinados momentos cual es el supuesto gemelo que Cronenberg nos pone en pantalla (interpretados de forma magistral, eso sí, por Jeremy Irons). Por lo demás, la historia se me hace plana, lenta, y, como he dicho, sin prácticamente alicientes más allá de un par de puntadas de suspense light no demasiado conseguidas y un buen nivel técnico, que para mí, no justifican su visionado.

La relación amorosa en torno a la cual gira la película no me logra ni conmover, ni emocionar, ni asquear ni llegar a importar en ningún momento. El metraje es excesivo y plagado de minutos que no aportan absolutamente nada, y el desarrollo y posterior desenlace no salvan ni mejoran en ningún momento el conjunto.

Quizás es que ha envejecido mal. Quizás en su momento conseguía transmitir esa tensión que parece querer transmitir, pero cuando hay películas de los años 30 que siguen pudiéndolo hacer sin despeinarse, y entreteniendo por el camino mil veces más, eso no me vale. Me ha costado horrores mantener los ojos abiertos en su tramo final.

Había oído hablar en muchas ocasiones sobre esta película: amigos, televisión, etc... Así que me dispuse a verla; a pesar de tener un algo que me resultó en cierta medida atrapante, la encontré totalmente falta de ritmo. Constantemente esperaba un algo que cambiase su monótono ritmo y la película se me tornara en satisfactoria, pero no ocurrió, simplemente me pareció una larga introducción para un desenlace bastante decepcionante. Mucho tiempo para contar muy poca cosa, aunque con alguna escena memorable y una calidad cinematográfica innegable.

Lo mejor la interpretación de Robert De Niro y el ambiente nocturno de la ciudad.

Un deleite a todos los niveles, íntima, preciosa, tranquila, sentimental, reflexiva, para dejarse llevar.

Esta película es un sentimiento puro, sin adornos ni florituras innecesarios, una reflexión sobre las cosas más profundas de los seres humanos, emociones lanzadas al aire para quien las quiera coger en forma de diálogos maravillosos y largos planos, con una banda sonora totalmente magistral, increíble... Todo está encajado, la frase justa, el plano justo, la melodía justa, en el momento justo. El justo final. La vida.

No es para todo el mundo, pero honestamente, siento pena por el tipo de personas para las que no es esta película, ¿que existencia tan hueca puede tener alguien que no llegue a comprender algo tan puro? Sólo pensarlo me aterra.

Cobra toda su fuerza de que ha terminado, permaneciendo de paseo por la mente, a sus anchas, haciéndote recordar partes que cuando la estabas viendo no parecían nada del otro mundo, pero que una vez digeridas tu cerebro lleva al nivel de lo que son, ARTE.

Una obra maestra del cine. Inolvidable.