Bombazo de película: Verla pensando que lo filmado es real, sin duda provocó todo tipo de aversiones, odios y otras tantas sensaciones y opiniones sobre la película, los realizadores, y sus respectivas familias.

Objetivamente, se podría considerar una pieza de visionado interesante para recordar de dónde venimos, quiénes somos y cómo seremos el resto de siglos (o años, quién sabe) que sigamos en la Tierra. Sociedad primitiva o avanzada, continuamos siendo unos seres únicos: sorprendentemente vomitivos, cuando no se nos observa, claro, aunque en este caso, ni eso importaba).

Mi voto quizá sería un 6, porque está claro que el objetivo de provocación y repulsión está conseguido. En algún momento quizá incluso podría darle un 8, aunque seguramente lo acabaría dejando en el 7, por los méritos sociales, y tal. Que sí, que es vomitiva, cruel, detestable, asquerosa, y mil adjetivos más, pero eso formaba parte de la cuestión, no está fuera de lugar, forma parte de los objetivos del director.

Pero lo que no puedo perdonar, y aquí no valen justificaciones de tipo social ni su p*** madre, es que en una maldita película se utilice el sufrimiento real de seres vivos. Ni siquiera era importante para el film; simplemente aportaba crueldad, pero vaya, ha acabado siendo realidad, y es una película cruel, desde el momento en el que gratuitamente comienzan a torturar y asesinar animales.
Eso no es perdonable, y pudiendo tenerla como una película de referencia a tener en cuenta sobre esa parte desagradable y penosamente real del ser humano, cae, sin embargo, en el hoyo de los films repugnantes a los que les sirve el "Todo vale". Mostrar realidad sí, recrearla sin conciencia, jamás.

El objetivo humano que podría tener esta película cae por su propio peso al caer en su propia (posible) crítica.

Se lleva el voto del castigo.