De verdad, intento consumir cine español, pero luego veo esto y me pongo en cuarentena en cuanto me proponen otra española.
No digo que sea así, pero me imagino al “gran” Alex, charlando con 4 amiguetes:
-Oye! Si juntamos algo de pasta y lo arrimamos a las subvenciones podemos hacer otra peli!
Total que quedan una noche para tomar algo y cerrar el tema:
- Venga! Yo llamo a los de “La comunidad” q nos salió bien la jugada
- “Las brujas” fue buen pelotazo también, eh?
- Si, no nos salió mal...voy a ver qué actores están un poco de moda ahora...
- Vale! Yo te ayudo
- Tú?
- Si, no?
- Venga vale, algo habrá que puedas hacer...
Y al final nos regalan este pellizco de realidad. La realidad de que el cine español es lo que es gracias a este tipo de creaciones, que da la impresión de que tiene objetivos, gustar no es uno de ellos.

Si seguimos aplaudiendo obras así, contribuiremos a que cada vez sea más difícil disfrutar de una película del género, porque no vendrán, seguirán viniendo este tipo de bazofias infumables.
Leyendo las opiniones profesionales que he leído sobre el film se me hace difícil pensar que la totalidad de estas críticas se basen en el visionado completo de la película. Cómo se puede valorar de forma positiva un batiburrillo de sustos, disparates y una selección de ocurrencias obscenas encajado todo con cinta adhesiva en un guión mediocre y calificarla como cine de terror? Y vaya por delante que utilizar términos del tipo “guión mediocre” para describir este esperpento me parece darle un nivel que por bajo que suene, ni siquiera tiene!
No digo que sea así, pero tiene pinta de que director y guionista, que casualmente es el mismo (cómo no?), hayan cagado semejante croqueta una mañana de resaca después de 10 llamadas de la productora preguntando por el día de inicio de rodaje. No tengo ni idea de que funcione así o de forma parecida, pero no se me ocurre otra explicación a un alumbramiento de este porte.
Sigo con la esperanza de poder volver a ver “una de miedo” buena algún día, aunque este tipo de pelis, que ni siquiera valen para matar el gusanillo, hace que ese día se haga esperar cada vez más.