Tengo el gusto de valorar una antigua joya del panorama en negro de este arte, en la que ha caído tanto polvo que desconozco si alguna vez su brillo fue visto por alguna persona.
Pero yo si lo ví ¡OH si!, lo vi la primera vez y lo he vuelto a ver ahora y puedo asegurar que su luz tiene poco que envidiar de grandes obras del género tales como “doble indemnización”

El film utiliza con tanta fuerza los estereotipos del género que yo diría que esta película es la película de cine negro por excelencia. Pero eso no dice nada con respecto a su calidad. Para hablar de su calidad tenemos que hablar del guión, agudo, perspicaz, elocuente, como debe ser todo guión que pretenda enganchar sólo a través del guión.

La forma de inicio que utiliza Kromwell es uno de los aspectos que mejor valoro, contando una historia subyacente que ya de por si resulta muy interesante y en ningún momento decae, trasladándote poco a poco a una película de cine negro que nos encierra en esta historia turbulenta.
Al hacer esto crea una atracción visual en el espectador, precisamente para atraerlo donde quiere llegar y entrar con más fuerza en esta historia.
Una vez dentro, una palabra embriaga la pantalla. CLASE.
La prolongada escena del cabaret no se hace sino cada vez más interesante, sorteando de uno a otro, momentos… la barra, la chica, la canción, la noticia, la partida,.. Está todo excelentemente intercalado para que las emociones funcionen acordemente.

Me parece una tontería decir quien está mejor o peor, si Bogart o la rubia. Los dos están BIEN. Ambos cuadrados en sus personajes. Y la química, que es el factor fundamental, es visible.

Los diálogos son ingeniosos y mordaces, casi siempre llevados de la mano de Bogart, y lo mas importante, están bien integrados en los sucesos que siguen un ritmo muy variado para sujetar una trama que se dirige a un solo punto. “Limpiar el honor de alguien”
Los temas del argumento están bien utilizados porque se hacen necesarios a medida que avanza el desarrollo.

El mayor bagaje que le pesa a la película es no haber encontrado un mayor sustento a que Bogart le esté contando la historia al padre paraca, que hace de pre-espectador y este recurso le sirve al director para explotar la voz en Of. todo lo que puede, hasta el momento en que ya no es necesaria. De esta forma, este recurso queda entonces como un truquillo fuera de contexto en el argumento, pues no se le da una salida final.

Esto no quiere decir que la voz en Of. no esté magníficamente utilizada. Al contrario, aguda y machacante en su mayor medida, ornamental en ocasiones, e impregnada de poesía en ciertas escenas que describe con gran belleza, es muy necesaria y supone su baza más importante para contar la historia, sobre todo al principio pues expone la investigación de Bogart a un ritmo tan vertiginoso que el espectador se perdería sin ella.

-Piii
-¿diga?-
-McClaine, soy yo Zeus ¿estás bien?-
-Zeus, qué sorpresa-
-¿qué demonios está pasando en Nueva York, tío?-
-no lo se muy bien, no me lo han dicho. Parece ser que un grupo ha plagado toda la ciudad de circuitos, condensadores y micro cámaras. Lo controlan todo, pueden mover cualquier objeto con sus ordenadores; Últimamente están pasando cosas muy extrañas-
-Ya te digo si están pasando cosas extrañas cabronazo, no funciona nada ¿tu donde estás?-
-estoy en mi coche, con un piratilla de ordenadores que casi acribillan en su casa. No tiene ni idea de informática, solo dice chorradas sobre economía. El tío come patatas porque tiene la tensión baja-
-jaja, ¡no me jodas McClaine!-
-es la monda de tonto pero es mi única pista-
-¿Por qué te mandaron a su casa?-
-No lo se, últimamente no nos dicen nada. Llegué allí y le pregunté “tío, por qué me han mandado a tu casa” él no lo sabía. No lo sabe mi jefe, no lo saben los tíos que le disparaban. Ni por qué le disparaban.
Me desesperé, no conseguía información así que me fui a la central del FBI. Aquello fue peor, hablaban de algo sin saber exactamente de qué - ¡No jodas!-
-en serio, el jefe parecía descentrado-
-¿descentrado? - lo veía un poco perdido. Daba vueltas de un lado a otro. El piratilla estaba allí también y dijo
“Esto es un caos total” y el jefe respondió
“¡Eh!”
“Eso no lo sabemos” todos nos callamos -(carcajadas de Zeus)-
“que no sabemos qué” le dije
“No sabemos si es un caos total. Puede ser un mini caos o un caos parcial, un precaos, no lo sabemos”
Pensé que le habían explotado todas las neuronas.