No se puede decir nada (y cuando digo nada me refiero a absolutamente nada) bueno de este bodrio intragable plagado de los niños y niñas monos de las series de Televisión de un país de cuyo nombre no quiero acordarme.
- Guión: ¿En Serio?. Me estás diciendo en serio que tenían un guión. Ni de broma.
-Elenco de actores: A cada cual más esculpido en el gimnasio y con mayor parálisis facial y peor capacidad de entonación e intencionalidad. (Véase guión). La idea que rondaba mi cabeza cuando me tragaba esta película era que todo era improvisación. Si no es así, mejor que no diga lo que pienso de las cualidades y capacidades interpretativas de los actores y actrices.
-Argumento: Encontrar uno más tipico sería difícil.
-Música: El encargado de este aspecto era un señor con un Ipod que cogía la primera canción de la lsita de reproducción y a cobrar. Habría que explicarle que la música es un potentísimo recurso narrativo y que sirve para dotar de sentido lo que estamos viendo.
Duración: Excesiva (sobra todo a partir del minuto 2).
Me niego a realizar una valoración sobre ningún aspecto más de la película porque quiero conservar la poca alegría que me queda después de recordar la peores dos horas de mi vida como espectador de cine.

Lo mejor de la película; los créditos.