Si hay algo que esto no es, es un documental. Hace un análisis superfluo de un grupo de hombres que han tenido problemas con mujeres y eso le basta para deslegitimizar las luchas de las mujeres. No verifica los datos, no se documenta. Está claramente orientado hacia un lado. Como doumentalista, Jaye se deja mucho en el tintero. Un par de búsquedas en internet son suficientes para entender por que las cifras que se dan en la película no son representativas, y están manipuladas, y desmontar la teorìa. Faltan antropólogos haciendo un análisis profundo de la situación.

Realmente me quedé con la duda de si realmente es un documental independiente....

Lo que está claro es que esta chica nunca fue una feminista que hubiese estudiado o leído sobre el tema, sino simplemente se sentía feminista.