Hacía bastante tiempo que no veía una película tan mala. De primeras da la sensación de que se trata de la típica película de serie b ideal para después de la siesta, pero lo cierto, es que no vale ni para eso.
La película rebosa de imperfecciones, así, fallos de racord, montaje sonoro pésimo, falta total de ritmo, incoherencias de guión, personajes planos, interpretaciones patéticas, etc.
En algunos momentos, en los que no sabes que es lo que está pasando ni por qué, recuerda, salvando las distancias, al inefable Ed Wood.
No obstante, quizás es bueno ver una peli de estas de vez en cuando para recordar que hacer una película aceptable/correcta tiene su merito ya que siempre se corre el riesgo de engendrar un bodrio como este.

Si bien el capítulo piloto prometia algo, el resto de capítulos empezaban a tener un cierto tufo a "Perdidos", y tras una rápida consulta en internet, dada mi ignorancia, descubrí que el creador de "Alcatraz" era un tal J.J. Abrams, claro está, el mismo creador de "Perdidos".
Y la cuestión es que en el episodio piloto se plantea un enigma, misterio, incógnita o como queramos llamarlo, a saber, ¿como es posible que convictos que desaparecieron 4 décadas atrás aparezcan en la actualidad? y lo más desconcertante, ¿como es posible que el tiempo no haya hecho mella en ellos?
Hasta aquí todo correcto y cuando menos interesante, por lo que se dan los presupuestos para que la serie te enganche.
Sin embargo, voy por el episodio 4 y aún no ha pasado nada de nada, quitando el hecho de que en cada capítulo aparece un nuevo malo muy malo y lo tienen que detener, ósea, una serie más policiaca de las tantas que inundan nuestras pantallas (CSI, Bones, El Mentalista, Castle...).
Pero mi pregunta es ¿qué pasa con el enigma en si?, que al fin y al cabo es lo que interesa, ya que el resto es paja, no he visto ninguna referencia durante los 4 episodios siguientes a dicho misterio, o quizás si la haya habido pero durante los momentos en los que aprovecho para echar una cabezadita. Acaso los guionistas no están aún inspirados, se les acabaron las ideas con "Perdidos".
Creo que mi paciencia no da más de si y no pienso dedicar más tiempo a esta hueca, insulsa, mediocre, plana y ridícula serie.
Se cumple aquí una vez más el refranero popular español: "cría fama y échate a dormir".

Claro, claro, como tenemos unos ingredientes exóticos, a saber, budismo, monjes tibetanos, el enigmático y recóndito Reino de Bután, producción del propio Bután, etc, entonces tendremos como resultado una estupenda película que se desmarcará del manido y decepcionante cine de comercial capitaneado por EEUU. Pues en este caso me temo que no.
Se trata de una decepcionante película en la que dos críos (evito calificativos) mueven cielo y tierra para ver un estúpido partido de fútbol que a ninguno de los presentes en la película les va ni les viene, y todo ello aderezado con cuatro frases pseudo-filosóficas extraídas de cualquier libro-basura de autoayuda, que no vienen a cuento, pero que queda bien decirlas.
Eso sí, técnicamente la película es impecable, lo cual es bastante sospechoso para ser de Bután. Por cierto, curiosamente eso es lo que les suele pasar a esas estúpidas películas norteamericanas, técnicamente impecables pero vacías de todo contenido.
Una pena por Bután.

Si ya de por si la película es mala por méritos propios, guión flojo, personajes no conseguidos y poco desarrollados, trama previsible, etc, lo peor de todo es que sea mala porque trata de subirse al carro del thriller norteamericano de lo más comercial, en lo que lo importante es el formalismo técnico (la película tiene una estética puramente norteamericana) y lo de menos es el fondo de la película, y ya si el reparto está encabezado por famosos, independientemente de que interpreten o no, mejor que mejor. Claro que no le basto a Alex de la Iglesia con reconocidos y famosos actores internacionales, sino que decidió incluir un cameo de la exuberante Leonor W. cuya finalidad última parece ser el mostrarnos su fantástico busto, ya que su papel se limita poco más que a eso.
Independientemente de que el cine de Alex de la Iglesia nunca me ha parecido que este a la altura de su fama y reconocimiento público, al menos creo que es digno de respeto por hacer cine con una huella personal, por lo que me parece muy triste que un director así deje de lado su impronta artística para asomarse al cine más comercial. Una pena.