Historia: floja y predecible, va de que un emoji en específico puede experimentar más de una emoción, este quiere trabajar en el sitio donde los emojis se envían a los mensajes. Pero este es un inútil y hace una cara que no debería de hacer y el protagonista humano (que por cierto, tiene una nuez por cerebro, tiene a la chica que le gusta al lado y en vez de hablar con ella le manda un emoji, encima un emoji aburridísimo) quiere formatear el móvil.

Después el emoji huye, con un personaje bastante irritante que es una mano, porque lo quieren matar. Estos dos tienen que encontrar una hacker para un motivo que no recuerdo.

Después de comernos veinte publicidades de diferentes aplicaciones llegamos a la parte final. Los tres emojis llegan a Dropbox para poder volver al protagonista un emoji normal (no se mucho de móviles, pero dudo que eso funcione así). Gene, que es como se llama el protagonista de esta maravillosa, emocionante y conmovedora obra audiovisual llamada emoji: la película, mejor paro que me emociono; le propone a la hacker si quiere ser su novia, pero esta le rechaza. Gene entra en una severa depresión y se vuelve un emoji normal (un emoji de meh, en este caso) y lo raptan. Después la hacker esta dice que es una princesa, empieza a hacer ruidos extraños y aparece el pájaro de Twitter y se ve que la hacker es una princesa (para nada estas cosas son muy forzadas y una de ellas ya ha pasado en Rompe Ralph) y la mano y la hacker van a salvar Gene.


En la parte donde están todos en la aplicación rara dónde están los emojis, Gene consigue colarse justo cuando se está formateando el móvil y hace una cara rara (sí, ya se le pasó la depresión), al protagonista humano le gusta esa cara por alguna razón que no se explica en la cinta y cuando está formateando el móvil, le quita un cable raro que obviamente el protagonista no sabe para qué sirve y ya está (creo que si haces eso te cargas el móvil, pero supongo que los escritores de esta película tienen cinco másters con cosas relacionadas con el mundo de la informática). El móvil sigue funcionando perfectamente, nos se ha formateado. Luego está el típico baile que desentona con todo lo visto y tiene todas las películas que son horribles.

Conclusión de la historia: las cosas pasan porque sí y no por un motivo real.