Una historia de amor.. sí, puede, para muchos. Pero, por qué no ver en esta película algo más allá?? Porque si se queda en una historia de amor circundada por la suerte estamos ante la segunda parte de "The Cooler", en versión guapitos. por eso, ayer, tras verla, mi mente caprichosa le dio otra interpretación. El director quiere hacernos ver que Adèle es la protagonista, comenzando de la forma que lo hace, pero, creo en verdad, que es el lanzador de cuchillos el que esta en el puente primero, mirando el mar, va a saltar, se siente solo. Por eso crea a Adèle, en su mente, en su interior... Realmente ella es la exteriorización del mundo agónico interior de Gabor. Un fantasma creado por él mismo para socorrerse de su propio suicidio. Un espejismo con el que habla y se consuela. Un ser al que salvar para olvidarse de que es él el que necesita ser salvado. Ella atraviesa la pelicula, fugaz, como un perfume, un suave perfume, dulce, ligero, tranquilo, romantico y cautivador... no un perfume suicida, sino... un perfume de salvacion, de SU salvación...

Sinceramente, aunque la película me parece buena, tengo que admitir que me dejó un poco fría tras los diez primeros minutos. Iba con mis cinco sobrinos a verla y me esperaba algo menos trágico y conmovedor. En vez de encontrarme con una comedia me encontré con una película que me hizo emocionarme más de lo que hubiera querido. Disney está empezando a tomar una línea narrativa en la que incluye a lo mayores, supongo que para que no se aburran en el cine, pero para mi gusto esta película de pasa de la raya. El amor, la añoranza, el dolor, son tratados de una forma un tanto fuerte para ser una película para niños y a mi en particular me pilló desprevenida.

No sé, todavía estoy desubicada y sin saber qué es lo que realmente produjo en mí.